Esta persona ha mostrado 'síntomas neurológicos sin explicación' en la tercera fase de los ensayos, según ha informado The New York Times.
Este ensayo fue paralizado hace unos días debido a otro percance con un voluntario (una mujer de 37 años), que presentó 'mielitis transversa' con síntomas que incluyen dificultad para caminar y dolor y debilidad, según el informe de seguridad.
Esto ocurrió después de recibir su segunda dosis de la vacuna el 5 de septiembre.
La empresa ha querido recalcar que estos problemas de salud no tienen nada que ver con la vacuna en ninguno de los dos casos, como así han comprobado en una 'revisión independiente'.
'Se ha considerado poco probable que estas enfermedades estén asociadas a la vacuna, o bien que no había pruebas suficientes para decir con certeza que las enfermedades estaban relacionadas o no con la vacuna', afirman.
Los expertos están mostrando preocupación ante una posible falta de comunicación entre los 18.000 voluntarios que se han prestado para realizar los ensayos clínicos y la empresa, alertándoles de las enfermedades que estaban contrayendo estos casos.
Por ello, la empresa ha asegurado su intención de aumentar la transparencia acerca de sus investigaciones.
