Esta es la historia de Gaspar Molina, un reconocido ex árbitro FIFA de Honduras, que tuvo que emigrar hacia Estados Unidos hace un año luego que haya recibido amenazas de muerte en su casa de habitación y también en sus negocios.
A sus 44 años Gaspar revela con dolor lo difícil que fue dejar Honduras, donde asegura vivía de forma cómoda y tranquila, pero producto de lo anterior salió huyendo al lado de su esposa y dos hijos a un país donde ha terminado de forma ilegal, debido a que su visa de turista expiró en el momento que decidió mantenerse un tiempo mayor al permitido.
¿Qué pasó Gapsar?, le preguntamos y él pide tiempo para bajar de un edificio, pues debido al fuerte viento en Miami la conversación no era audible.
'Ahora sí', nos dice mientras toma aire y cuenta su dramática historia. 'La causa fue por haber declarado que había corrupción en el fútbol de Honduras', dice muy seguro.
¿Cómo así?: 'Junto a Edwin Pavón reunimos a personas de Fenafuth para desenmascarar la corrupción que había en el fútbol, pero el profesor (Pavón) lo dio a conocer públicamente y esto me trajo problemas como amenazas a muerte, había una persecución y tenía mucho temor', confiesa.
Antes de continuar, aclara: 'Yo no vine porque quise, sino porque mi vida estaba en peligro'.
IDENTIFICA A LOS HECHORES
Molina tiene identificado quiénes lo 'mandaron a callar': 'Tengo dos propiedades en Tegucigalpa y a mí casa llegaron las amenazas, fue una barra de un equipo de fútbol a la que mandaron, está llena de pandilleros y mancharon todo con advertencias, fue una pesadilla'.
'La barra de este equipo marcó mi vida y mi familia para siempre'.
En ese momento Gaspar asegura dejó de denunciar actos ilícitos y decidió marcharse a su pueblo natal, Las Vegas, Santa Bárbara, mas no sabía que la pesadilla no había terminado, apenas era el inició del drástico cambio que venía en su vida.
'En Santa Bárbara quise desviarme del conflicto y puse un gimnasio, pero hasta ahí llegaron a buscarme, fue terrible lo que pasó, puse las denuncias ante los entes competentes, pero tengo amigos allí y lo que me recomendaron era salir del país lo más pronto posible', dice y agrega que su casa fue tiroteada.
Fue candidato a alcalde por el municipio de Las Vegas, Santa Bárbara, la tierra que lo vio nacer. Compartió al lado de grandes políticos por la corriente del partido Nacional de Honduras.
No pudo ganar las elecciones, porque se enfrentó a rivales que lo terminaron amenazando, logró ser vice alcalde de dicho municipio.
Fue uno de los hombres ligado al fútbol que logró escalar posiciones importantes, mismos que le generaron envidias y constantes amenazas.
'Gasparín' recuerda que tras una plática con su esposa e hijas, decidieron viajar a Miami donde los primeros días fueron más duros de lo que ellos mismos creían.
'He sufrido, la vida es demasiada cara acá, los primeros días fueron difíciles, tenía mis ahorros en Honduras y tenía que gastarlo para sobrevivir, pero poco a poco a hemos nos ha ido mejor'.
Si hay algo que le duele a Molina es que sus hijos no pudieron disfrutar lo poco que pudo hacer en Honduras para ellos, ya que apenas tiene 2 y 11 años de edad.
Gaspar asegura que es feliz ver cómo crecen sus hijos en Estados Unidos.
Tras un año residiendo en Estados Unidos, Gaspar considera tomó una decisión sabia: 'Ahora mis hijos viven una seguridad tremenda', dice para sacar pecho con lo siguiente: 'Con esto demuestro que Gaspar Molina mantuvo la frente en alto, ningún directivo puede decirme que fui comprado, dirigí descensos y ascensos y jamás mencionaron mi nombre en actos de corrupción', confiesa orgulloso.
SE GANA LA VIDA PITANDO EN TODAS LAS CANCHAS DE MIAMI
Lo mejor que sabe hacer Gaspar Molina es arbitrar y por eso decidió echar mano de su profesión y toda la experiencia adquirida durante 13 años.
Actualmente Gaspar Molina se dedica a dirigir partidos en diferentes ligas amateur de Miami y eso le basta para sobrevivir en Miami.
'Acá soy árbitro de fútbol, el deporte es una fuente de ingreso buena acá, además soy instructor de 25 tocapitos, les imparto clases, me ha ayudado a salir adelante y conocer'.
Gaspar Molina ahora pita en diferentes canchas y estadios a nivel burocrático.
'Me pagan 80 dólares por partido y dirijo los siete días, pito hasta 13 o 14 juegos a la semana, los domingos son los mejores días'.
'Me va bien, mejor que en Honduras como árbitro, es lamentable, pero allá lo que se ganan son 5 mil lempiras y acá lo ganamos en dos partidos'.
De momento Molina espera poder legalizar su situación, cree que su pasado en el fútbol le puede ayudar, amigos suyos de Concacaf están enviando cartas para que pueda ser contratado como un instructor.
PERFIL
Nombre: Gaspar Molina
Nacido en: Las Vegas, Santa Bárbara, Honduras
Edad: 44 años
Casado: Loana Verónica Rodríguez
Hijos: Alesandro Gianpiere Molina (11 años) y Loani Molina (2 años)
Debut en Liga Nacional: Juego Universidad-Vida en Danlí en 2001
Años pitando en Liga Nacional: 13 años (2001-2013)
Eliminatorias dirigidas: Rumbo a Brasil 2014
Otros torneos internaciones: Torneos Sub-20, Sub-22 y Copa Oro
Gaspar se retiró en 2013 y siempre se caracterizó por su peronalidad. Foto DIEZ
De haber conocido personas del arbitraje que son títeres del fútbol.
Si de usted dependiera ¿A quién pusiera a dirigir el árbitraje de Honduras?
Una persona como Gonzalo Tejeda, es estable económicamente y es amigo de los árbitros.
¿Cómo es un día normal para usted?
Me levanto a las 5 de la mañana, tengo clases en escuelas de fútbol para niños de 10 de la mañana 1 de la tarde, de 5 de la tarde a 7 de la noche voy a dirigir partidos.
¿Mejoró su vida ahora?
Es bonito ver a mis hijos que van a la escuela y sobre todo escuchar cómo aprender a hablar otro idioma.
LO DICE GASPAR
Este es un país hermoso, mis hijos van a la escuela con seguridad y por trabajo no me preocupo, acá hay de sobra, aquí el que no trabaja es porque no quiere, pero yo lo hago por mis hijos.
Gaspar pita en canchas abiertas de Miami y asegura que le va bien.
