Vivió momentos lindos en su carrera, pero poco a poco se fue diluyendo. En la actualidad se ha metido en algunos líos por andar echándose unas dos que tres (cervezas), pero lleva una vida muy tranquila.
¿Qué hiciste con toda la plata que ganaste?
La tengo invertida, tengo mis cosas, me entiendes, lo que antes no tuve ahora lo tengo; para mí, siempre fue primero mi madre, así me manejé, mientras mi viejita esté bien yo estoy tranquilo. Así es mi vida.
Hace casi cinco meses estuviste involucrado en un problema policial. ¿Cómo estuvo ese tema?
Estaba con unos amigos compartiendo, me estaba tomando un par de frías y de repente cuando regresaba a casa me hicieron parada unos policías y no los vi, pasé de lejos, luego paré y no quería bajarme del carro, pero me obligaron, bueno, ellos estaban haciendo su trabajo y sin preguntar nada los policías me encacharon y me subieron a la paila del carro de ellos y llamaron a otra patrulla.
Cuando llegó el oficial al mando, me miró y me preguntó qué pasaba, me bajaron del carro y me quitaron las esposas. Pero ahí estaban las cámaras. Ese fue un momento muy triste para mi vida y más para mi madre, ella se dio cuenta hasta el día lunes y lo sufrió. Lo extraño del trabajo de los periodistas es que dijeron que fue en la madrugada y eso sucedió a las siete de la noche, pero bueno, ya había pasado todo.
¿Andabas bajo los efectos del alcohol?
Sí, me había tomado mis cervezas, incluso llegó mi hermano mayor a auxiliarme.
La Policía te pudo haber matado, no detuviste el carro cuando te lo pidieron.
Claro, luego pensé en eso, pero fue inconscientemente, arranqué nada más. Fue un error de mi parte.
¿Dormiste esa noche en la posta?
No, nada que ver, me fui a mi casa.
Hay una escena que vi en la TV, en donde sales que estás muy embriagado.
Claro, es que me tomé mis cervezas, si te tomas tus cervezas seguro te vas a embriagar.
¿Pero cómo es que andabas manejando ebrio?
Se puede hacer, pero no es correcto. Eso es algo que no se lo aconsejo a nadie.
Hay rumores de que andabas metido en drogas. ¿Es cierto?
No, eso pudo salir en los medios de comunicación, pero no tengo nada que ver con las drogas, respeto a las personas que las han usado. Nunca he tenido contacto con las drogas y cuando hablo de bebidas alcohólicas, vos sabés que hasta ahora bebo.
Lo hago para relajarme, eso me relaja. Me tomo mis cervezas, pero eso lo hago hasta ahora; antes, a pesar de que me enganchaban para beber cuando estaba activo, no lo hacía. Eso sí, era fiestero, no bailo, pero me gustaba andar en fiestas, ahora que no tengo problema para llegar tarde a un entrenamiento, es por eso que me relajo.
¿Estás consumiendo demasiado alcohol?
No, estoy tranquilo, tengo mi familia, todo está bien, bebo como cualquiera, vos lo hacías y yo te cuidaba cuando andabas en tu onda, ja, ja, ja.
Así responde un alcohólico cuando se le pregunta si está bebiendo demasiado.
No me considero un alcohólico, me puedo tomar dos cervezas y hacer vida social, si la noche es larga, igual tomo.
Pero hay comentarios de que no son dos o tres, sino de cajas.
Yo decido lo que voy a tomar, exactamente el día que tengo que beber una caja o dos, es decisión mía.
¿Vas a parar algún día?
Voy a parar cuando crea conveniente. El día que diga hoy voy a detenerme, ese día paro, esto es como si no te gusta la lasaña, entonces pedís pollo, si yo quiero tomar una cerveza, me la tomo, no tengo problemas con eso.
Hablando de otro tema. Vos creciste en el barrio Medina de San Pedro Sula. ¿Cómo era el asunto ahí?
Tranquilo, era un barrio que tenía mala fama, pero como yo pasaba jugando potra, a eso no le paraba, todo era espectacular para mí, incluso una vez te llevé al barrio y te presenté a un amigo que le decían el “Mono” y solo quería saludarte y recuerdo que saliste corriendo, ja, ja, ja. El fútbol me alejaba de muchas cosas. Los que querían desviarse lo hacían.
Sí, él fue quien estuvo pendiente de mí. Él fue el responsable de que yo usara mi primer par de tacos de fútbol cuando tenía cinco años.
Fuiste afortunado porque desde los cinco años usaste tacos.
Exactamente, a pesar de que mi padre biológico no estaba conmigo, tenía a mi padre que me alimentaba y educaba, me apoyó en las buenas y en las malas, él siempre se preocupó para que yo estuviera vestido y comido, los sábados, como no tenía clases, yo le ayudaba en la venta de pan.
Entonces, ¿trabajaste cuando eras niño?
Sí, yo trabajaba con él, le ayudaba, lo hacía por acompañarlo, mi papá no se podía agachar, entonces yo me metía al carro y sacaba el pan que él me decía, a mí me tocaba surtir las pulperías de ese producto.
¿De ahí viene ese hábito tuyo de estar comiendo semitas? Siempre andabas una mochila llena de pan.
Éramos, vos no te quedás atrás, así que no me dejés solo, incluso me dicen “Queque”, porque yo siempre andaba un pan de coco muy rico y recuerdo que yo me los llevaba a la sede del Marathón y siempre compartía con vos, Kalucha Fernández y otros.
¿Qué ondas de “Maravilla” Suazo, me has hablado muy bien de tu padrastro, pero qué papel desempeñó tu padre biológico?
Ninguno, pero cuando hemos coincidido, todo bien con él, nos llevamos como nuestro apodo, de maravilla. Yo le heredé ese sobrenombre. Hubo etapas de mi juventud que de repente me comunicaba con él, pero siempre fui más allegado con los hermanos y hermanas de él. Él nunca apareció, pero no tengo resentimientos con él.
¿Lo has perdonado?
No tengo nada que perdonarle a mi padre, me llevo muy bien con él, desde que empecé a tener contacto, la relación mejoró cada día.
