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Messi consideró de injusta la polémica expulsión de Lenglet en el minuto 34 de la primera mitad, por lo que mostró cara de pocos amigos ante el juez central.
Eso se confirmó al término del encuentro cuando el '10' azulgrana mantuvo un cruce de palabras con Gil Manzano, quien le extendió la mano, pero el argentino se negó al saludo.
Las imágenes captaron el momento exacto cuando el silbante queda con la mano extendida mientras Messi lo ignora y sigue con su discurso.
Al final, el Barcelona solo pudo rescatar un punto en casa y se mantiene en la punta compartiendo las mismas unidades con el Real Madrid (13).