La acción se dio cuando el árbitro escuchó el estruendo y sintió el mal olor por lo que decidió mostrarle la segunda amarilla y expulsarlo del terreno de juego.
El Järna SK estaba enfrentando al SK Pershagen y cuando vio la roja, pocos entendían lo que había sucedido.
El jugador sueco se ha tomado con mucho humor lo que ha sucedido.
'Fue una vergüenza extraña, no podía creerlo. Creo que se escuchó demasiado fuerte. Fue como un estruendo', afirmó.
El jugador cree que el árbitro pudo haberse confundido: 'Lo que sospecho es que él pensó que lo había hecho contra un oponente. Pero no creo que sea especialmente inteligente provocar a un rival con un pedo'.
'Ahora sólo me río de ello. Nunca he oído hablar de un jugador que sea expulsado por tirarse un pedo', dijo sonriendo.
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