El francés Antoine Griezmann, que en la presente campaña ha sido señalado por su bajo rendimiento, dejó con la boca abierta a todos los aficionados que asistieron al partido.
En un contra llevada por el español Fernando Torres, metió un pase buscando la llegada del argentino Ángel Correa, a quien el balón le vino muy largo hasta el punto de llegar a él cuando se aproximaba a la línea de fondo.
El argentino hizo lo único que podía hacer en esa circunstancia, buscar un 'pase de la muerte', un centro elevado que realizó prácticamente desde el suelo y llegó a las cercanías de Griezmann.
El francés se elevó y golpeó el balón en el aire con la pierna izquierda en una especie de media chilena que fue imposible de divisar para el guardameta brasileño de la Roma Alisson Becker.