En esas andaba cuando conoció a Sofía Balbin, una linda rubia que vivía cómodamente con una familia un par de estratos más arriba que la de Luis. Se enamoraron. Ella tenía 13 y el 16. Siendo unos chiquillos apenas se juraron amor eterno. Suárez juró luchar por ella, ella le pidió a cambio no abandonar el colegio ni los entrenamientos de fútbol, porque en medio de la escasez en la que creció, lo único cierto para este jovencito era su talento con el balón, probado desde que tenía seis años y marcaba dos o tres goles por partido.
Precisamente eso iba a ocurrir. Suárez llegó al primer equipo de Nacional de Uruguay y de inmediato probó su temple: anotó 12 goles en 34 partidos. Con semejante campaña llamó la atención de los europeos.
Con apenas 19 años se lo llevaron a Holanda, muy cerca de su enamorada. Así logró convencer a Sofía de sellar definitivamente su amor en Amsterdam. Se casaron en 2009 y un año más tarde nació su hija, Delfina. La vida parecía retribuirle, por fin, los sacrificios y sufrimientos que había ofrendado desde niño.
Hoy, Luis Suárez vive uno de sus mejores momentos con la camiseta del FC Barcelona, donde esta temporada se ha convertido en el gran goleador junto a Neymar.
Con su doblete ante la Roma en la Champions League, Suárez firmó su gol número 17 en lo que va de curso en 19 encuentros disputados con el Barcelona: 11 de Liga (no jugó ante el Levante), cinco de Champions, dos de Supercopa de España y uno de Supercopa de Europa. Además, tanto en Champions como en Liga sale a gol por partido: 11 goles en 11 partidos de Liga y cinco dianas en otros tantos partidos de Champions.