Cuando estaba por cumplir 15 años, Joseph Rosales decidió seguir a su madre quien hacía tres años se había ido a vivir a Panamá. Llegó con la idea de estar cerca de ella, no pensó que el fútbol le abriera una puerta que ahora lo tiene cerca de jugar una Copa del Mundo con la Selección de Honduras.
Rosales por recomendación de un amigo, el entrenador y exportero del Olimpia y Marathón, Donaldo 'El Pana' González, fue a probarse a un proyecto futbolero como lo es el Independiente de la Chorrera de la capital panameña con 17 años y con el poco tiempo le vieron cualidades y lo subieron al primer equipo.
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Ahora, Rosales, cuenta a DIEZ que la vida lo ha premiado porque ha perseverado buscando el sueño de ser profesional, sueño que ya logró al debutar con 19 años en la primera división de Panamá con el Club Independiente y hasta logró anotar porque tiene una excelente pegada.
El jugador ha estado en Honduras participando en este microciclo de trabajo por segunda vez bajo el mando del entrenador Carlos Tábora que está escogiendo los 21 futbolistas que llevará al Mundial Sub-20 que se disputará en Polonia 2019.
'Gracias al profesor Tábora por tomarme en cuenta ahora. Ya había estado en dos microciclos anteriores antes del Premundial de Bradenton, Florida y creo que lo poco que tengo de calidad lo voy a mejorar', comienza contando un poco tímido el futbolista ya que no es muy conocido en los medios.
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Con su acento panameño, donde la 'S' suena muy poco y las palabras son más rápidas en relación a la forma en la que nos expresamos los catrachos. 'Ya es el tiempo que tengo viviendo allá, mi mamá está allá desde hace siete años y yo llevo cuatro', explica el delantero del Club Independiente la Chorrera.
El CAI, fue un proyecto que llegó al campeonato en la Liga de Panamá que lo llevó a disputar este año la Champions de Concacaf donde fue el único club centroamericano que llegó hasta cuartos de final y fueron eliminados por el Kansas City. 'Gracias al CAI porque me dio la oportunidad de jugar en primera división', explicó.
'Aquí en Honduras nunca jugué en ninguna categoría de reservas, solo estuve en equipos. Allá en Panamá fue que me dieron la oportunidad de llegar a primera división', explica Rosales quien es un jugador potente, con gran pegada y sobre todo con velocidad, el biotipo de futbolistas que siempre tiene Honduras.
'El profesor Donaldo González me llevó al equipo, estando allí me llevó uniformado en un partido de primera división y gracias a él logré un sueño. Ahora quiero seguir mejorando, seguir jugando, sumando minutos en primera y creciendo', destaca el hondureño que ya ha marcado dos goles en primera división.
'Yo llevo cuatro años viviendo en Panamá, me siento como un panameño más pero no olvido mis raíces. Allá viven únicamente mi mamá y mi hermana, el resto de mi familia la tengo aquí en Honduras. Mi madre se fue tres años primero, ya está radicada allá', declara Joseph quien espera estar en el Mundial de Polonia que se celebra en mayo próximo.
