Legionarios

El video que libra de culpa a Roger Rojas por 'insultos racistas'

La entidad manuda considera que el Herediano quiere arruinar la reputación del catracho, por lo han saluidos al paso después de las acusaciones.

2018-05-04

Luego de las acusaciones y demanda ante el Tribunal Disciplinario del Herediano en contra del delantero Roger Rojas por supuestamente haber agredido verbalmente a Jhamir Ordain con 'insultos racistas' en el juego de ida del pasado miércoles, el Alajuelense ha salido al paso para defender al catracho.

“Nosotros vamos a defender con todo a nuestros jugadores como ha sido nuestra norma”, dijo el gerente deportivo, Javier Delgado.

¿Pero qué ocurrió realmente....? El florenses alegan que Ro-Ro fue quien insultó a Ordain con palabras discriminativas.

Sin embargo, hay una verdad detrás de ello. El conjunto Herediano estuvo presionando durante todo el encuentro al réferi Ricardo Montero para que amonestaran al artillero.'Ya tiene cuatro tarjetas', acciones que el propio Roger lo reveló tras el partido.

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“Estamos muy preocupados por todas las presiones que vivió la cuarteta arbitral de parte del Herediano antes, durante y después del partido, fue muy evidente y constante, un árbitro tiene que tener la tranquilidad para tomar las decisiones con calma”, argumentó Delgado.

Ante ello el directivo de los rojineros también guardó lugar para denunciar lo ocurrido. No solo contra Rojas, sino también contra Garrido en juegos anteriores.

'A pura presión hacia los árbitros amonestaron a Luis Garrido, el miércoles a Roger Rojas, ahora se busca manchar una reputación inventando frases racistas (de TRAMPOSO a otro término hay mucha diferencia) ¿Será XENOFOBIA hacia nuestros hermanos hondureños?', posteó a través de su cuenta de 'Twitter'

¿Fue esto cierto? En el videoclip se logra apreciar que el goleador, sumergido en su molestia dice 'hijueputa tramposo', y no 'hijueputa mono' como aduce el Herediano, pero no se sabe con claridad a quién iba dirigida. Lo que sí tuvo lugar es que él se quejó por la constante presión que ejercían sobre los árbitros para que fuese amonestado y se perdiera el próximo encuentro precisamente contra ellos.