Boniek García se confesó: 'Sí hubo indiferencias con Pinto, peleas pequeñas'
'Solo me fueron a dejar allá y tuve que ingeniármelas. La experiencia fue bonita, lastimosamente con el representante enviaron me llevó al hotel, me dijo la comida que tenía pedir y con la persona que me iba a ir para las canchas. Era un jugador que lo iba a contratar el PSG, era (Stéphane) Sessègnon que de hecho lo fichó el equipo, con él me iba a las anchas a entrenar', recordó.
Boniek tuvo la oportunidad de trabajar al lado de grandes figuras del fútbol francés. Entre ellas Claude Makelele y Ludovic Giuly, este último, aprendió español por su paso en Barcelona y le servía de traductor.
'Entrenar al lado de grandes jugadores como Giuly y Makelele, que de hecho Giuly era el que me traducía lo que íbamos a hacer en cada ejercicio. La experiencia de estar con ellos fue bonita. Se me hizo difícil, la pelotita si no la tienes vas a marcar bastante y me costó, por más que tuviera una técnica buena allá era más depurada, el balón más rápido y las canchas mojadas se me dificultó en cierto momento'.
'Siento que hice las cosas bien en los 12 días que estuve. Lastimosamente no hubo alguien que pujara más para que me pudiera quedar allí o en otro lado en Europa'.
Ahora con 35 años, Boniek reconoce que le quedó una espinita por no jugar en el continente europeo, pero espera cumplir ese sueño a través de sus hijos.
'Me quedó la espinita, hubiese querido tener una oportunidad de jugar en Europa. Esperemos que un día, si Dios lo permite, mis hijos me puedan dan esa satisfacción. Vamos muy rápido, pero esperemos. Los dos son zurdos y dicen que no hay zurdo malo', cerró.