UN PRODIGIO Y DISCIPLINADO
Jonathan, nacido el 21 de octubre de 1996, siempre ha destacado en los deportes, en los torneos escolares participaba también en voleibol y básquetbol, logrando varias medallas.
Es un mediapunta que profesa la religió cristiana. Inició su aventura en el balompié hace diez años cuando lo descubrió el técnico Néstor Matamala, quien dirige la escuela y equipo Juventud Henerma en San Pedro Sula.
Su talento y las gestiones del estratega chileno le abrieron las puertas en la Fundación Marcet de Barcelona donde se consolidan futbolistas de muchas partes del planeta.
Tras varios años descacando en las ligas menores de la ciudad industrial, Rubio viaja para hacer una prueba de 20 días y junto a más de 200 jovencitos, convenció a los visores y con 15 años se marcha del país en enero de 2012 para cumplir un contrato de tres años y buscar abrirse camino en Europa.
'Sueño jugar en un club de España', dijo el prodigioso jugador catracho que se ha declarado fans del Barcelona y en especial del argentino Leo Messi.
SALE RUMBO A SUIZA
En su estancia en Cataluña, Jonathan acaparó la atención de equipos como el Espanyol y Rayo Vallecano, ambos de la Primera División española.
En julio de 2014 la Fundación anunció su fichaje para el FC Sion de la Superliga de Suiza, pero firmó su contrato hasta el 21 de octubre porque era menor de edad (tenía 17 años en ese momento).
Rubio se mantuvo fue a parar a la Tercera División suiza y ahora una nueva oportunidad llama a su puerta y está decidido a no desaprovecharla.
