Dichas palabras se asemejan a lo hecho por Alex García, un joven futbolista hondureño oriundo de San Pedro Sula quien tuvo que emigrar hacia las tierras del 'Tío Sam' en el 2006 con apenas ocho años de edad, huyendo de la violencia y falta de oportunidades. Hoy brilla como una estrella en las ligas universitarias americanas.
Reportaje sobre Alex en uno de los portales de la Nyack College.
UN VIAJE INOLVIDABLE
En el 2003 fue su padre tuvo que abandonarlos para trasladarse a los Estados Unidos, ya que los ingresos de su trabajo no le ajustaba para cumplir con todas las responsabilidades en el hogar. Un año más tarde se fue su mamá. Los siguientes iban a ser ellos.
Ya en el 2006 empacó con sus maletas y se marchó junto a su hermana (Angie García) y hermano (Ángel García) acompañado por un coyote de la familia. De ello dice que 'lo puedo describir como una aventura. Gracias a Dios no sufrí en el camino. El coyote con el que nos vinimos es conocido por la familia, él nos alimentaba y nos cuidaba. Pero sí debo decir que la travesía fue difícil. Recuerdo que cuando estábamos en el desierto, después de dos horas no aguantaba de tanto caminar'.
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Y sobre más de su experiencia agregó que 'en el camino no logré ver a alguien muerto. Pero viví malas experiencias. En una ocasión llegó Migración mientras nosotros estábamos aguardando en una casa de refugio. Para bien de nosotros corrimos con el coyote. Sufrí mucho pensando a dónde estaba yo a esa edad. Apenas tenía ocho años, no entendía muchas cosas. Es un camino que no se lo deseo a nadie. Fue un milagro de Dios que no tuvimos problemas'.
UN SUEÑO QUE ESPERA CUMPLIR
Tras todo ello, su sueño de ser futbolista parece estar dando fruto, ya que 'gracias a Dios me ha ido bien, he encontrado gracia en los entrenadores'. Hace unos meses tuvo la oportunidad de hacer una prueba en las reservas del Red Bull de la MLS, le dijeron que se iba a comunicar con él, pero nunca lo hicieron.
Alex mientras disputaba el esférico en uno de los entrenamientos de su equipo.