Entre ellos se encuentra Bryan Daniel Lesage (su abuelo es francés), un niño de apenas ocho años de edad, que ha llamado la atención de grandes y pequeños por todo su talento.
Juega con el equipo Cachorros de la Liga Andrés Salinas de Tegucigalpa y lo impresionante de su historia es que en el último torneo anotó 85 goles en los 32 partidos que disputó en la categoría U-8, algo sin precedentes hasta ahora, según cuentan los miembros de la Liga.
UNA CARA CON UN MILLÓN DE SUEÑOS
Bryan es un chiquitín delgadito, tiene pinta de crack, maneja la pelota como pocos lo hacen a su corta edad, usa la camisa número 10 y lo más importante, porta en su carita un millón de sueños que tiene por cumplir.
A Bryan lo apoya mucho su padre, quien se llama igual que él, y nos dice que: 'Lleva tres años jugando y ya ha hecho cosas de grandes, marcando goles de todo tipo, tiro libre, penal, tijeretas, cabeza. Como padres nos sentimos orgullo de él por todo lo que hace cuando está en la cancha'.
Bryan anotó 85 goles en la temporada anterior con su equipo y Olimpia lo llevará a sus filas infantiles.
Ni el polvo ni las piedras. No hay nada que se opongan entre Byran, el balón y las redes. El jueves lo encontramos jugando un partido oficial. Era contra el Real España ya en categoría U-10 y en el primer tiempo hizo un golazo a balón parado, simplemente demostrando todo el talento que tiene en sus pies. Doble jugada para un tiro libre, un compañerito se la dejó servida y de derecha la puso en el ángulo. Joya de gol.
El pequeño Bryan, lógicamente no está acostumbrado a los micrófonos, pero por el camino que va, seguramente tendrá que acoplarse. Con su voz suave e inocente, nos contó un poco sobre su cortísima carrera como futbolisa.
'Juego con Cachorros, anoté 85 goles en el torneo pasado, tengo tres años de jugar fútbol y lo que más me gusta es hacer pintas y jugar bien con la pelota'.
COMO CRISTIANO RONALDO
Sus aspiraciones son inmensas y quizá en unos años sus primeras palabras serán recordadas. 'Me gustaría jugar en el Real Madrid y quiero ser como Cristiano Ronaldo porque es el mejor jugador', dice y luego suelta una sonrisita.
Byran vive junto a sus padres en la colonia Luis Andrés Zúniga de Comayagüela, entrenan en una cancha de tierra, cerca del museo Chiminike. 'Está llena de piedras también', dice su padre.
Bryan juega en las canchas polvorientas de Tegucigalpa, pero sueña con ser un futbolista profesional.
Como estudiante es bueno, según cuenta su propio papá. Va todos los días a la escuela Ebenezer de la Pradera, en un sector algo conflictivo de la ciudad. Bryan cursa el tercer grado y es alumno ejemplo, además de ser el futbolista más destacado entre sus compañeritos.
SE VA PARA EL OLIMPIA
Al talentoso Bryan Lesage ya le pusieron los ojos encima. Olimpia lo ha visto y se unirás a las Fuerzas Básicas Olimpistas al final de este año. 'Por la rivalidad que hay entre Cachorros y FBO, somos el único equipo que les ha hecho frente y la gente lo vio. Me dijeron que lo querían porque le miraron condiciones y que ahí podía aprender mucho más. Todo eso fue a raíz del título de goleo que obtuvo', dice Bryan, su padre.
'Yo ya hablé con él sobre esa posibilidad de irse al Olimpia, yo lo que quiero es buscar lo mejor para él, pero como está enamorado de Cachorros pidió no irse ya, sino hasta fin de año. Incluso, lo que quiere es ser campeón antes de marcharse', comenta su padre.
Bryan tiene un buen manejo de pelota, disparo de media distancia y regate.
Alguien que conoce muy bien a Bryan es su entrenador Jeffrey Martínez, quien ha sido parte importante del crecimiento futbolístico del pequeño, en su corta carrera en el fútbol.
'Aproximadamente tengo ya tres años de dirigir a Bryan, el torneo pasado logramos el campeón de goleo con él en la Liga Vicente Willians con 85 goles. Es un jugador que sabe cabecear, retiene bien el balón, sabe definir, le gusta encarar a los rivales y es muy aplicado en los entrenamientos', comentó Jeffry.
A esto su padre, le agrega: 'Bryan siempre entrena como si fuera un partido oficial, nunca falla y puedo decir que ni cuando en el PlayStation le gusta perder. Es un niño competitivo, pero yo le digo que es bueno que sea así, pero que debe aprender a perder'.
Por lo pronto, la historia de Bryan apenas comienza a escribirse. Su inocencia de niño no la pierde, pero en su cabeza solo pasa la idea de seguir creciendo como futbolista y cumplir ese sueño de llegar al nivel profesional.
Mandanos tus historias a catrachoscincoestrellas@diez.hn
