Y un claro ejemplo es doña Isabel Hernández, la mamá de Jorge “Ñangui” Cardona, quien es jugador del Honduras Progreso.
Ayer fue el Día de las Madres en Honduras y en varias partes del mundo, y Cardona aprovechó esa fecha tan especial para pasarla en familia y continuar con la felicidad que le embarga por haber llegado a su segunda final con los ribereños.
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La madre de Cardona viajó en una excursión para apoyar a su hijo la noche del sábado cuando su equipo se medía al Olimpia por el partido de vuelta de las semifinales del fútbol hondureño; sin embargo, un gran congestionamiento vial evitó que ella estuviera en el estadio Nacional gritando por su retoño.
“Nosotros íbamos bien felices camino a Tegucigalpa, pero había un gran tráfico por un accidente que hubo y nos tocó ver el partido en Siguatepeque, no pudimos llegar para estar ahí, salimos desde muy temprano porque era el juego más importante, y no pudimos llegar”, contó.
La familia Cardona-Hernández está ilusionada con volver a ser campeones.
La ilusión que tenía era festejar en familia el pase a la final del Honduras Progreso desde la capital. “Yo siempre lo espero cada vez que termina un partido y llegó como a las cuatro de la mañana, no me duermo sin antes verlo cuando juega”, indicó.
“Ñangui” es conocido popularmente por su gran sentido del humor y por ser una persona excesivamente hiperactiva, es muy querido por la afición progreseña cada vez que agarra un balón y mucho más cuando anota goles con los ribereños.
Doña Isabel cuenta que el pequeño jugador del Honduras Progreso siempre ha sido muy inquieto desde niño.
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“Él siempre ha sido así, al principio se dedicaba a patinar, pero con el tiempo le gustó el fútbol, y yo siempre lo apoyé y lo acompañaba a todos los lugares donde jugaba desde que empezó en Liga Mayor, con el tiempo jugó en Segunda División y mi gran sueño que yo tenía de madre era verlo por la televisión hasta que se me cumplió cuando el equipo logró ascender a la Primera División de Honduras, y ese fue un momento muy especial para nosotros porque él lo soñaba y se le cumplió”, contó.
La bendición
Una tradición del “Ñangui” es que cuando disputa un partido con el Honduras Progreso, tiene que pasar visitando a su madre.
“Si hay algo que yo tengo es que cada vez que jugamos tengo que venir a la casa para verla, así es siempre”, dijo Cardona. La ilusión de toda la familia es ver nuevamente al talentoso futbolista ribereño levantar otra copa de campeón con el Honduras.
Cardona confía en que este equipo volverá a ser campeón de la Liga Nacional.
Quieren la copa
Por su parte, don Juan Cardona, padre de “Ñangui”, también tiene la ilusión de que este equipo volverá a conquistar el título.
“Aquí todos estamos ilusionados con este equipo, que los tiene bien puestos al eliminar al club más grande del país; entonces, desde ahí ya da la pauta de lo que puede hacer en la final, en la que también le quitó el título a otro grande como Motagua.
Honduras Progreso tiene una plantilla de jugadores muy humilde que solo se dedica a jugar un gran fútbol y eso es mérito de todos, tanto de jugadores y el entrenador, tienen la capacidad de conseguir su segundo título en la historia”, expresó.
