La molestia de algunos aficionados catedráticos hizo que la Policía Nacional, bien o mal, lanzara gas lacrimógeno para calmar los ánimos.
La calma se perdió cuando transcurría el minuto 76 del encuentro, pero el central Óscar Moncada no suspendió las acciones porque el químico no se propagó hasta el césped.
No es la primera vez que sucede un evento de esta índole en el estadio Morazán, aunque sí la primera ocasión que pasa en un encuentro con la participación de un equipo no denominado grande.
Por este enfrentamiento con algunos barristas de la Máquina, la Policía Nacional tomó la decisión de lanzar gas lacrimógeno y desatar el caos en el Morazán.
Y es que el tanto de Arnold Meléndez desesperó a la parcialidad de la realeza, que no soportó quedarse a las puertas de las semifinales pese a la gran inversión de su junta directiva.
La entrada a tendidos populares era gratis, motivo por el cual llegó un buen marco de hinchas al inmueble sampedrano.