Escándalo en Qatar: mexicana víctima de abuso sexual fue condena a 100 latigazos, siete años de cárcel y despedida de su trabajo

Paola Schietekat trabajaba para el Comité Organizador del Mundial de Fútbol Qatar de 2022, pero su vida dio un giro total al ser abusada sexualmente.

Kevyn Oseguera

La vida para Paola Schietekat se ha convertido en una pesadilla desde el pasado 6 de junio del 2021.

Ella trabajaba para el Comité Organizador del Mundial de Fútbol Qatar de 2022, pero fue abusada sexualmente y todo cambió, hasta tuvo que salir huyendo del país asiático.

Paola vivió desde los 19 años en Medio Oriente, es licenciada en relaciones internacionales y derecho internacional, científica del comportamiento y máster en Política Pública de la Escuela de Gobierno de Blavatnik de la Universidad de Oxford.

“Ese era mi trabajo soñado y me lo arrebataron, y no sólo mi agresor, me lo arrebataron las instituciones mexicanas que no hicieron absolutamente nada y las autoridades qataríes que rompieron incluso la ley local”, dijo la mujer en entrevista con W Radio México.

Paola Schietekat estaba en Doha, una de las ciudades más seguras del mundo, cuando uno conocido suyo entró a su apartamento en horas nocturnas y la agredió físicamente.

Paola quedó con moretes en los brazos, hombros y espaldas. En su relato aseguró que tomó fotos de las heridas “para que mi memoria, en un intento de autoprotección, no minimizara los eventos o borrara por completo parte de ellos”.

Paola puso la denuncia ante la policía, ella fue acompañada por el cónsul de México en Qatar, Luis Ancona; sin embargo, la interrogaron era en árabe, idioma que no conocía y señala que el cónsul no estaba preparado para atender la situación.

Las autoridades le preguntaron qué quería hacer y le dieron tres opciones: no hacer nada, pedir una orden de alejamiento o ir a las últimas consecuencias. El cónsul le recomendó la última opción y ella entregó los datos del agresor.

Hasta allí todo bien, luego la historia tomó un giro inesperado. La policía llamó a Paola para que se presentara de manera urgente, para sostener una reunión con su agresor.

El hombre declaró que había una relación amorosa entre ambos, lo que en Qatar se considera una relación extramatrimonial y es castigado. De esta manera, ella pasó de víctima a acusada.

“De un momento a otro, mi denuncia ya no importaba. La policía refirió el caso a la fiscalía pública, único lugar donde tuve un traductor. Todo se centró alrededor de la relación extramarital, mientras que, bajo mi abaya, la túnica que me recomendaron usar para parecer una ‘mujer de buena moral’ seguían las marcas, moradas, casi negras”, relató Schietekat.

Ese mismo día la policía se quedó con su celular, el cual tuvo que desbloquear para la investigación, y con ayuda del Comité Organizador del Mundial de Qatar, donde trabajaba, pudo salir del país el 25 de junio de 2021 y llegar a México.

Cuando llegó a México fue notificada de su sentencia en Qatar: 100 latigazos y siete años de cárcel, además, perdió su trabajo.

“La directora de asuntos internacionales del Comité Supremo revisó con el Ministerio del Interior si yo tenía una prohibición de viaje que me impidiera salir del país y presionaron para que quitaran ese obstáculo”, comentó.

Y agregó: “Yo no podía salir porque estaba bajo investigación. Nunca había respirado con más alivio que cuando me sellaron el pasaporte. En México paró la adrenalina y empezó un proceso más lento, aunque igual de complejo y doloroso”.

Ahora no puede ingresar a Qatar y si desea volver tiene que cumplir con la pena de recibir 100 latigazos como castigo y siete años de prisión.

El próximo 6 de marzo se llevará a cabo una última audiencia, donde Schietekat buscará ayuda del Gobierno Mexicano para que se tome una decisión que deje sin efecto esa condena y así ella pueda regresar a Qatar y retomar su trabajo.