Pasó de ser campeón con Marathón a trabajar en la industria del cartón en Estados Unidos

La carrera de Pompilio Mejía en el fútbol hondureño fue muy corta, el exmediocampista militó en los clubes Marathón y Real Juventud, además del Parrillas One de la Liga de Ascenso, pero por problemas con sus papeles con los verdolagas terminó decidiendo darle un giro a su vida.

El exhabilidoso mediocampista se fue del país para buscarle una mejor vida a toda su familia con la que ahora comparte en Estados Unidos.

“Ahora radico en la ciudad de Elizabeth, Nueva Jersey, aquí trabajo con una compañía de judíos, a lo que nos dedicamos es hacer un cartón que se encarga especialmente para empacar filete de salmón”, dice Mejía.

“Soy prácticamente la mano derecha de mi jefe, es una microempresa, trabajamos tres personas, tengo de compañeros a un ecuatoriano y un salvadoreño”, dijo Mejía.

El catracho ahora es uno de los empleados de confianza. “Ya tengo tres años de laborar en esta empresa que se llama Superior Laminated”, aseguró.

El dejar el fútbol para trabajar con máquinas es algo que no le costó mucho a Pompilio Mejía.
“El cambio no fue drástico, gracias a Dios, porque cuando me vine para Estados Unidos no fue realmente porque yo quise, me vine porque tuve un problema en el Marathón, pues no me quisieron dar los papeles y tenía a mi esposa embarazada, por eso me vine acá a ganarme la vida”, comentó.

En algo que sí ha notado el cambio es en los horarios de trabajo en comparación a lo que hacía en Honduras. “Gracias a Dios desde que llegué conseguí un trabajo, cuando estaba en Honduras laboraba de dos a tres horas diarias y acá lo hago de 15 a 16 horas al día. Realmente no me puedo quejar porque este país me abrió las puertas para poder darle una vida mejor a mi familia que no podía dársela en Honduras”, expresó.

LO QUE HACE EN LA EMPRESA
El exmediocampista del Marathón nos cuenta qué es lo que más debe utilizar en su trabajo para desempeñarlo de manera exitosa.

“Utilizo más los números para programar la máquina y cambiar las cuchillas también, aquí lo que hago no es de fuerza, es más de usar la cabeza porque las máquinas son las que hacen todo el trabajo”, dijo el catracho.

“Me levanto todos los días a las 6:00 de la mañana porque entro al trabajo a las 7:30 y un día antes mi jefe me deja dicho todo lo que vamos a hacer en toda la semana, llego a que todo salga bien”, cuenta Mejía.
Además, añade: “Tengo que esperar los clientes que lleguen para esperar los pedidos y luego los despacho, todo eso lo hago de lunes a viernes aquí en la empresa”.

“Es muy cotizado, para ser claros una paleta de papel que se hace aquí en la empresa vale casi 12 mil dólares y solo lleva 500 pedazos de paquetes. Es un cartón muy delicado, trae la pintura donde dice las calorías y todas las recomendaciones”, comentó el catracho.

Una de las cosas que realiza Pompilio es cortar el cartón para darle el tamaño y la forma en la que desea el cliente.

“El cartón viene en piezas grandes, nosotros nos encargamos de cortarlos a la medida que piden y luego pasa un procedimiento por diferentes máquinas, al final solo se empaca con plástico para luego trasladarlo hasta Miami y Washington”, declaró.

“Aquí se exporta papel para todo Estados Unidos, en la empresa donde laboro también se hace el cartón para pasteles el que va en la parte de abajo, son con diseños algunos redondos, cuadrados, pero depende mucho de lo que el cliente pida la mayoría exigen con un diseño”, explicó.

El aprender inglés fue una de las cosas que más le costó al exmediocampista. “Cuando vine a Estados Unidos lo que más me dificultó fue el idioma y mi jefe es judío entonces habla el inglés un poco a su manera y por eso me costó aprender, ahora no es que lo sé a la perfección, pero me defiendo mucho”, se refirió.

RECUERDOS DE HONDURAS
El exjugador no olvida su paso quizás muy fugaz por el fútbol de la Liga Nacional donde logró conseguir tres títulos con el Marathón, además de la misma cantidad de subcampeonatos.

“Me quedé con esa espina de que pude haber dado mucho más en el fútbol hondureño, lastimosamente por problemas en el Marathón, que no me quiso dar mis papeles, tuve que irme, hoy en día me doy cuenta que quizás podría haber sido el mediocampista de la Selección mayor de Honduras”, aseguró.

Ahora sigue jugando al fútbol, pero por amor al deporte y nada profesional. “Los domingos siempre voy a jugar con los amigos en ligas burocráticas de acá”, cerró Mejía.