Hay que mencionar que el equipo de Jürgen Klopp aspira todavía a ganarlo todo en esta temporada 2021-22 tras meterse a la final.
Por su parte, el Manchester City se lleva un duro golpe y ahora deberá pensar en ganar la Premier League y en el Real Madrid, su rival en semifinales de la Champions League.
Dos partes muy diferentes
El Liverpool empezó a avanzar por el camino hacia la final cuando en el minuto 9 el francés Ibrahima Konaté, que ya abrió el marcador esta semana ante el Benfica, marcó de cabeza en un saque de esquina.
El arquero estadounidense Zack Steffen, una apuesta de Josep Guardiola para este partido en lugar del brasileño Ederson, tuvo una gran responsabilidad en el segundo gol.
Con el sol cegándole, pareció no ver bien a qué velocidad llegaba Sadio Mané y el senegalés terminó firmando el segundo de su equipo.
El propio Mané amplió la cuenta en la conclusión de una acción colectiva magnífica, con una volea que sorprendió a Steffen, cuya situación bajo los palos era además discutible.
Trras esa primera parte catastrófica para el City, Guardiola no cambió nada en el descanso y sus jugadores reaccionaron.
Jack Grealish redujo la desventaja tras un buen servicio del brasileño Gabriel Jesus, en el 47.
La segunda parte fue más equilibrada que la primera.
La entrada del argelino Riyad Mahrez a siete minutos del final del tiempo reglamentos dio un nuevo impulso al juego ofensivo del City, aunque de manera algo tardía.
En una de las infiltraciones de Mahrez, un disparo suyo con poco ángulo fue repelido por el arquero brasileño Alisson, pero el portugués Bernardo Silva llegó al rechazo y puso el 3 a 2.
Alisson evitó luego la igualada del City ante un disparo de Raheem Sterling en el 90+3 y el Liverpool volverá a jugar en Wembley a mediados de mayo, para tratar de levantar la antigua y prestigiosa FA Cup.