Julián De Guzmán relata las amargas visitas a Honduras y Centroamérica: “Hay armas por doquier, debés averiguar cómo sobrevivir”
El exfutbolista canadiense relata su tensa experiencia visitando a Honduras, quien jugará ante la Hoja de Maple el jueves por las eliminatorias.
2022/01/2516:01H. / diez.hn
Desde su relato, entrar a Honduras es sinonimo de peligro. No es el primero en referirse así al ambiente que se vive en el corazón de América, que para los jugadores norteamericanos, es el infierno en la tierra.
Armas por doquier, seguridad extrema, ruido retumbante en las calles hasta en la madrugada e insultos de parte de los jugadores y fanáticos, fue lo que dejaron traumado al exfutbolista y capitán de Canadá, Julián de Guzmán, que relató de manera intensa su experiencia en Centroamérica.
En un video que muestran el hostil ambiente en el estadio Olímpico, que hace lucir al país catracho como una verdadera amenaza, Guzmán, quien fue el primer canadiense en jugar en la liga española con el Deportivo La Coruña en 2005, contó desde su perspectiva el temor que sentía cada vez que aterrizaba en nuestra región, donde fue víctima del escándoloso 8-1 rumbo a Brasil 2014.
La Selección de Canadá llega el miércoles a San Pedro Sula de cara al choque ante Honduras a disputarse el jueves en el estadio Olímpico por la fecha 11 de la octagonal rumbo a Qatar2022 con la Bicolor virtualmente eliminada de la cita. Sin embargo, para la “Hoja de Maple”, aún cuando cuenta con su mejor plantel de las últimas décadas, visitar las tierras de Morazán siempre lucirá atemorizante.
EL RELATO DE GUZMÁN EN EL ESPECIAL LLAMADO “FLIGHT OR FLIGHT” (VUELVA O PELEA)
“Cada vez que alguien dice algo sobre Honduras, Panamá, El Salvador o Costa Rica, mi reloj (inteligente) me indica que debo respirar, respirar profundo, porque definitivamente, me duele mucho.
Son países hermosos con gente bonita, pero si eres un oponente, prepárate. He jugado en lugares como el Santiago Bernabéu y Camp Nou, ambos son ambientes difíciles, pero cuando juegas en Centroamérica, Dios, debés averiguar cómo sobrevivir.
A veces cuando aterrizas en estos lugares, no lo haces en un aeropuerto, sino que arribas en campos abiertos. Hay seguridad, armas, de repente todo cambia y se convierte en el momento más intenso de tu vida.
¿Te trasladas al hotel? Hay armas. En cada piso del hotel hay tipos con armas. Ves más tipos con armas de los que ves balones de fútbol. Cuando ibamos a comer, alguien se acercaba y decía ‘no comas eso’ o ‘no tomes eso’, que es la mitad de la merienda, y luego quieres dormir, pero a alguien se lo ocurre hacer una caravana en las calles.
Cuando estabamos en el hotel en Panamá, relajándonos, la gente se encontraba afuera cantando, quemando pirotecnia, poniendo música hasta las dos de la madrugada y te preguntas, ¿cómo evitas esto? Protección auditiva, de verdad, tampones de odios. Y todo esto pasa antes de llegar al estadio.
Cuando era joven y miraba por televisión los partidos de Canadá en Centroamérica, observaba el ambiente y el rostro de los jugadores de Canadá, y pensaba ¿qué está pasando allí? Los futbolistas me contaban que era por los fans, los jugadores, ¡el ruido! Me daba mariposas en el estómago.
El fútbol tradicional no te prepara para esto, debés vivirlo. Todo lo que escuchas es cierto: monedas, bolsas de orinas que te tiran. Antes de que jugara en España no sabía hablar español, así que no entendía lo que me decían, pero cuando aprendí y volví, empecé a escuchar los insultos, el racismo, lo que los fanáticos decían de mi madre y los jugadores sobre mi hermana.
Tienes a los fans, futbolistas, todo el país, tirando esa energia hacia ti. Una vez vi en el estadio una estatúa de María en la que decía “¡Es tu destino final!”.
Han pasado casi diez años del 8-1 en Honduras por las eliminatorias. Fue uno de los momentos más oscuros en mi carrera. Pero esta versión de Canadá es diferente, estos chicos han jugado en los escenarios más hostiles y el entrenador prepara a sus jugadores para que vayan allí a ganar. No caímos en la Ciudad de México, tampoco en Estados Unidos, y estamos invictos en casa, y aún visitar a toda Centroamérica. Aún debemos vivir esto, pero un despegue más, uno más, e iremos a la Copa del Mundo”, cerró Julián de Guzmán.