Padre de Orinson Amaya rompe el silencio y destaca el legado que dejó su hijo en el Marathón: Dios no quiso que sufriéramos
El padre de Orinson Amaya lamentó el fallecimiento de su hijo, le hizo petición a los jugadores del Marathón y el duro mensaje.
2025/12/0216:17H. / Walter García
José Amaya expresó un profundo agradecimiento hacia todas las personas que han acompañado a la familia durante estos días de dolor, destacando el enorme cariño que el pueblo hondureño ha mostrado hacia su hijo. Señaló que Orinson Amaya fue un hombre honesto, trabajador y dedicado, alguien que nunca se involucró en cosas incorrectas y que todo lo que logró fue fruto de su esfuerzo. Recordó también la entrega absoluta que su hijo tuvo hacia el Marathón, su pasión futbolera y el legado que dejó dentro de la institución.
Además, el padre del fallecido presidente del Marathón aprovechó para enviar un mensaje al plantel verdolaga, pidiéndoles que honren la memoria de Orinson jugando con responsabilidad, carácter y compromiso, tal como él les enseñó.
Afirmó que su hijo sembró valores, disciplina y amor por el club, y que ahora el equipo debe cosechar ese esfuerzo luchando por el campeonato. José Amaya concluyó con palabras de fe, reconociendo que Dios decidió llevarse a su hijo para evitarle un sufrimiento mayor y confiando en que ahora descansa en los reinos del cielo.
En cuanto al fútbol, ¿cómo recuerda esa pasión de él por Marathón? Él nació en Marathón, entonces uno ya no puede meterse en eso. Cada quien es dueño de hacer lo que quiera. Él se entregó bastante al equipo. Me decía que solo Olimpia era campeón y que Marathón no. Yo le respondía que algún día debían prepararse bien, buscar jugadores buenos, que no solo vinieran por nombre. Les decía que debían hacer las cosas bien.
¿Qué mensaje le deja al plantel de Marathón tras la partida de su presidente? Que sienten cabeza y sepan lo que están haciendo. Que recuerden lo que Orinson hizo por ellos y que eso no quede en nada, porque él trabajó para que Marathón fuera campeón. Le pido a todos, titulares, suplentes y banca, que cuando los metan a jugar, jueguen como hombres y recuerden lo que él les decía: jueguen, jueguen. Si no lo hacen, mejor que se retiren.
Usted les insiste mucho en la responsabilidad que les dejó Sí, porque él les dejó una experiencia grande de cómo el fútbol puede salir adelante si uno quiere. Si no quiere, ahí se queda. No pasan de lo que son.
Me comentaba que usted es simpatizante del Olimpia y él del Marathón. Cuando él era presidente, ¿cómo vivían esos clásicos nacionales? ¿Había bromas? No, casi no, porque yo nunca visito los estadios. Pero sí nos llamábamos. Nos tirábamos nuestras cositas. Igual con Toñito por el Real España. Pero nunca era para pelear. El fútbol es para divertirse, no para pelear.
¿Cómo ve el ambiente actual en el fútbol, considerando lo que menciona? Ahora pelean por cualquier tontera, pero gracias a Dios los equipos están dejando eso de lado. Hoy lo vimos con la visita del Real España: no hay egoísmo y así debe ser. ¿Por qué pelear si todos somos hondureños? Cada quien es dueño de su gusto.
¿Recuerda si hablaba con Orinson cuando él iba a tomar las riendas del Marathón? No, nunca platicamos de eso. Él no hablaba de esas cuestiones de dirigente. Yo le preguntaba algunas cosas, pero nunca le dimos importancia porque cada persona es dueña de su gusto y de hacer lo que quiera.
Como padre, ¿cómo se siente al ver el cariño que la gente ha demostrado estos días? Toda la familia está súper agradecida con Dios y con la gente. Un hombre como él será difícil de volver a encontrar: honrado, honesto, todo lo que tenía le costaba. Nadie puede decir que debía, que robó o que era narco. Todos mis hijos son así, por eso estamos orgullosos.
La gente ha mostrado un apoyo impresionante. Incluso muchos comentan que nunca habían visto un velorio tan concurrido Sí, eso es bendición de Dios. Yo siempre les aconsejé que nunca se metieran en cosas malas. El que anda mal, mal termina. Si uno siembra, cosecha. Él está cosechando todo lo que sembró.
¿Cree que Dios decidió llevarlo para evitarle algo peor? Puede ser. Quizá algo más peligroso le iba a pasar y Dios no quiso que sufriéramos más viéndolo herido o quebrado. Dios dijo: me lo llevo. Gracias a Dios, ahora está en los reinos del cielo.
Mensaje final Solo agradecerle y reiterar que Don Orinson era una gran persona. Para los medios también era importante. Me llaman de todas partes, incluso gente humilde, porque sabían quién era él. Siempre aconsejó a sus nietos y a todos: en esta vida, si no siembra, no cosecha; si anda mal, mal acaba.