Orlando Ponce Morazán: Explota la crisis en la Liga Nacional y los caníbales atizan el fuego
¿Por qué digo que fracasó? Cuando un líder no ha sabido ganarse ni el apoyo ni la confianza del grupo que comanda, entonces habrá fracasado. Porque se puede estar muy en contra de una persona, pero si esta persona sabe manejar los momentos de crisis y demuestra que está trabajando por el bien común manteniendo siempre una buena comunicación, entonces esa opinión contraria comienza a cambiar hasta convertirse en apoyo.
Es parte de ser un líder. Y Wilfredo Guzmán no ha podido serlo. Al contrario. Más bien se encierra en su estilo equivocado de manejo, llevando todo a la confrontación con la ayuda de los directivos del club que lo llevaron al poder.

Siete clubes pidieron la renuncia de Wilfredo Guzmán a la presidencia de Liga. El ente respondió confirmando que seguirá en su cargo.
Traslademos esto a un equipo de fútbol. ¿Qué hace un dirigente cuando el club no está rindiendo y no logra buenos resultados? ¿Despide a todo el plantel o al director técnico?.
Pasemos esto ahora al conflicto actual. Tenemos un equipo de 10 elementos, pero el equipo no marcha para nada bien. ¿Se van los directivos de estos clubes o el que está a la cabeza dirigiendo? Creo que ya nos vamos entendiendo, ¿verdad?.
El presidente de la Liga Nacional tiene que comprender que él no solo se debe a quienes le ayudaron para llegar al cargo. Una vez ganada la elección y asumido el puesto, él se debe a los diez clubes por igual.
Su solución al problema no puede pasar por encerrarse en el “bunker” del Real España y blindarse arropándose con el apoyo de 2 o 3 clubes.
Eso de nada le va a servir si tiene a más del 50% de los equipos inconformes con su labor. Da la impresión que sus decisiones se definen en ese “bunker” sin importarle lo que la mayoría opina y pensando sólo en quienes le apoyan.

Wilfredo Guzmán ha decidido quedarse en la presidencia de Liga y este lunes convocó a los presidentes de los 10 clubes a una reunión para definir el futuro del fútbol hondureno.
Pero si él decide seguir para cambiar su forma y su estilo de gobierno. Si se ha quedado para procurar acercase a todos y tener más y mejor comunicación. Y sobre todo, si ha decidido aferrarse al cargo para demostrar que le interesa toda la Liga y no unos pocos, entonces él podrá pasar del fracaso al éxito.
Si eligió quedarse, que sea para comportarse como lo hacen los líderes responsables y con capacidad, dando siempre la cara y buscando el diálogo cada vez que sea necesario. Está en sus manos.