No hay duda que, la Bicolor se ha manejado con mucha autoridad en estos eventos y aunque los caminos para lograr el objetivo son más cortos y menos espinosos que llegar a un mundial, no podemos obviar que son pasos exitosos.
Aquí lo importante es analizar cómo hemos manejado ese éxito a nivel preolímpico y cómo se ha trasladado para que genere un efecto positivo a nivel de la absoluta. Sigo creyendo que cualquier impacto grande no lo vamos a notar en la eliminatoria mundialista inmediata, sino que hasta la siguiente.
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Hubo buen nivel tanto en los juegos de Londres como en los de Río, pero en el mundial de Brasil se mostró casi nada y al de Rusia ni siquiera se clasificó. Entonces creo que quizá el error sea caer en situaciones engañosas o que no aplican para ese momento.

¿Es importante el preolímpico? Lo es. Porque prepara la plataforma para la eliminatoria rumbo al Mundial 2026 y le dejará al Profesor Fabián Coito algunos elementos que podrán aportarle mucho para este proceso rumbo a Qatar. Pero en ningún momento debemos pretender creer que la actual escuadra preolímpica será la base rumbo al evento mundialista del próximo año. Esa carga sería muy pesada para estos muchachos.
¿Hay obligación para lograr el cupo en Tokio? Sí, siempre estará la obligación sobre todo porque en los dos intentos anteriores se logró el objetivo.
Sin embargo, tampoco debemos dramatizar sobre una eventual eliminación. A menos que esa posible eliminación sea con un papelón como quedar fuera en la misma fase de grupos. Pero si Honduras es eliminada en una semifinal bien disputada entonces tendremos que entender que a veces el rival puede ser superior y te puede ganar. Eso no te descalifica como equipo.
En resumen, disfrutemos del preolímpico sin excesos ya sea en el triunfo o en la derrota. Seamos equilibrados para valorar lo que se logre o no durante esos partidos en Guadalajara. Y si movemos las piezas de manera correcta deberá dejarnos más cosas positivas que negativas.