“Si en un estadio como el Morazán que es avalado por la FIFA fue difícil contener la violencia, en el Yankel Rosenthal es complicado, creo que los dirigentes deben reflexionar y jugar a puerta cerrada o hacerlo en el estadio Olímpico que tiene más condiciones pero sí es complicado”, explicó el jefe policial en declaraciones al canal HCH.
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Y es que la violencia que sucedió en el Morazán comenzó cuando aficionados del Marathón en protesta por un penal sancionado a favor del Real España al minuto 72, comenzaron a romper el portón de sol sur y durante 10 minutos lo golpearon hasta abrirlo.
Los aficionados tuvieron que refugiarse en la cancha para protegerse de la violencia.
La policía tardó más de 10 minutos para actuar cuando aficionados de Marathón abrieron el portón, esto desató que en el otro sector, los seguidores de Real España hicieron lo mismo y fue cuando comenzó la pelea. Los encargados de seguridad no garantizan la seguridad del partido de vuelta.
El comisionado del partido, Cristóbal Romero, culpó a los dirigentes de los equipos por permitir el ingreso de las barras visitantes, pues en los estatutos de la Liga se legisló la prohibición de estos grupos en partidos de visita para evitar esta situación que sin duda fue una de las puntas de violencia que vive el país en este momento de polarización debido a los acontecimientos políticos actuales.