FOTOS: Así fue el cruel asesinato del embajador de Rusia en Turquía
Ozbilici no estaba de guardia, ni de trabajo. Un amigo suyo lo llamó para que lo acompañara a una exhibición de fotografías que, de hecho, se realizaba cerca de su casa.
Una vez terminó su trabajo en la agencia, se juntó con su amigo, aunque confiesa que llegó un poco tarde.
'Cuando anunciaron el discurso del embajador de Rusia, pensé que quizás esa foto me iba a servir para mi archivo personal o para el de AP. Así que me acerqué y empecé a retratarlo, me volteé para enseñarle a mi amigo y tres minutos después, empecé a oír unos fuertes disparos', cuenta el reportero gráfico que ni siquiera cuando vio al atacante pensó en que era un asesino.
'Por su ánimo calmado parecía más un hombre que estaba dispersando a la gente', agregó.
Momentos después, el embajador ruso yacía en el suelo. 'El atacante nos amenazaba con su arma a todos, gritando. Él le disparó al embajador al menos una vez más desde una menor distancia y luego le disparó a alguno de los cuadros expuestos en las paredes. Entre todo fueron alrededor de 8 disparos'.

Ozbilici, que había asistido por casualidad al evento de arte, terminó convertido en un testigo privilegiado de lo que estaba sucediendo.
En su cámara quedó registrado cuando el atacante vestido de traje se para en el escenario con el cuerpo del ministro en el suelo, y cuando recorre todo el lugar apuntando con su arma a todos los testigos atemorizados.
Luego, una imagen más, el asesino identificado por las autoridades como Mevlut Mert Altintas baja el arma, levanta su mano empuñada y señala al cielo para gritar: 'No se olviden de Alepo, no se olviden de Siria'.
'Él también gritó ‘Allahu akbar’ (Dios es grande) pero no pude entender el resto, porque lo dijo en árabe', explicó el fotógrafo, quien logró salir del lugar y correr directo a la oficina para enviar el material recogido.
