Caminaba sin miedo por las calles de San Pedro Sula, su vida ha sido fútbol y los temores eran más en la cancha que fuera de la misma.
Pero un día llegó a su casa una nota de extorsión exigiéndole el pago de 40 mil dólares o pagaba con su muerte, y desde entonces ya no fue el mismo. Se armó de valor para denunciar que lo habían amenazado de muerte. Pero solo fue el principio del calvario.
El fútbol en ese momento dejó de ser una alegría para este entrenador hondureño, quien terminó yéndose para vivir ahora en Estados Unidos. El pago o la muerte. Así de claro fue la amenaza.
Tres años después ha regresado la calma y la vida de Marlon Orellana tomó otro rumbo. Atrás dejó su perfil de ser uno de los técnicos que pintaba para llegar muy lejos en Honduras. Atrás dejó un mundial Sub-20 en Holanda, varios procesos mundialistas, profesor en escuelas bilingües y ser el gestor de grandes jugadores promesas.
'Al mes y medio de regresar de Dinamarca, de la Danacup, sufrí la extorsión y la amenaza del pago de dinero, entonces, por eso decidí venirme, sabiendo que estas personas que estaban actuando así tarde o temprano iban a caer'.
DEBÍA PAGAR EN DÓLARES
Y agrega: 'Yo diré algo personal, yo sé muy bien ahora, gracias a las investigaciones, qué clase de personas me hicieron esto a mí. Yo fui muy claro con ellos y les dije que mejor se buscaran un trabajo. Yo los denuncié y eso les molestó. Hablé pidiendo ayuda, con Pavón, con Salvador Nasralla y la prensa sacó los reportajes, pero los denuncié no por tirarme de valiente, era para que supieran que hay gente que no se quedará callada'.
Recuerda que todo comenzó con una carta. 'Me mandaban amenazas diciéndome: profesor Marlon, ayúdenos a nuestra causa -como si fueran empresarios -nos puede colaborar, mire que conocemos todo, tu casa, incluso, cuando me hicieron los disparos, la policía concluyó que los tiros los hicieron para asustarme, fue en el patio de mi casa'.
Por eso pidió ayuda a las autoridades. 'Me estaban pidiendo de 30 a 40 mil dólares y conste, no en lempiras y no se bajaban de esa cantidad, increíble. Agradezco a la Fuerza Nacional Antiextorsión, a la Policía nacional, a todos. Capturaron a dos individuos, pero el caso sigue abierto, faltan algunos cabecillas. Esto no se lo deseo a nadie'.
Marlon Orellana lleva más de 20 años ligado al fútbol desde jugador en equipos como el Olimpia Occidental y ahora como entrenador. Fue director de las reservas del Real España, luego pasó en el Marathón y cuando podía dirigía a equipos en la segunda división o era llamado para integrar una selección juvenil.
Incluso, en su momento fue asistente técnico de entrenadores reconocidos como Chelato Uclés Uclés y Rubén Guifarro.
Debido a esa experiencia obtenida en Honduras, en Estados Unidos ha seguido ligado al fútbol. Pero allá las cosas fueron diferentes. Para tener la licencia tipo A debe seguir todo un proceso.
'Yo sigo trabajando en el fútbol, gracias a Dios se me abrió una puerta enorme en este país, cosa que yo no buscaba, lo les dije muy claro, lo hice por mis padres que estaban mal de salud por lo que me había pasado'.
Tras instalarse, presentó su hoja de entrenador a la federación de Estados Unidos para obtener la licencia A, mismo que sigue en proceso.
Mientras tanto, Marlon ha sido todo un emprendedor. Comenzó a pedir asesoría para inaugurar su propia academía de fútbol.
'Yo mismo me dije, ¿por qué no puedo tener mi academia?... Entonces comencé a asesorarme con entrenadores de gran recorrido y experiencia. Fue así que logré abrir mi primera academia en Brooklyn, me afilié a la tercera liga de Nueva York que es una de las grandes, y ahora gracias a Dios ya tengo una segunda academia en el sector de Rhode Island donde hay mucha gente latina'. Actualmente cuenta con un promedio de 150 niños en sus filas.
Orellana aclara que su estatus es legal en Estados Unidos. 'Mi familia ha sido residente por años en este país. ¿Mi familia, esposa e hijos? Los dejo a un lado por seguridad. No olvido eso que me pasó', dice entre cierta nostalgia por extrañar a su país.
'Aunque tengo documentos legales, de momento no pretendo regresar a mi país. Quiero agradecer a mucha gente que me ayudó Pavón, incluso a Jorge Salomón, a todos los directivos de la liga que me mandaron cartas de solidaridad. Todos esos gestos me hacen sentirme muy feliz'.
A parte de dirigir, Orellana escribe sobre fútbol en revistas como Enlace CA y disfruta de sus padres, a quienes tiene más cerca que nunca...
