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Mario Moncada asigna un 100 para el árbitro del Honduras-Trinidad, Jairo Marrufo

El exárbitro internacional analizó la labor del silbante nortemericano en el estadio Olímpico.

2016-11-15

1. Perfecta ubicación
Jair Marrufo estuvo siempre muy cerca de las jugadas, esto dio como resultado que tomara buenas decisiones en las diferentes acciones, algo que a otros se les han complicado. Siempre estuvo en el lugar indicado.

2. Personalidad
Pocas veces vimos al árbitro rodeado de jugadores por estar en desacuerdo con sus decisiones una vez ya indicada la falta, eso debido al mensaje de personalidad que trasmitió desde el momento que ingresó al terreno de juego y sancionó la primer acción.

Foto: Diez

3. Aplicación del reglamento
En la calificación de faltas fue efectivo, tanto así que del 100% le doy un 100%. Y si podemos mencionar un error fue en una dura entrada contra Boniek García al minuto 72 donde solo se limitó a sancionar la falta y no amonestó al jugador de Trinidad y Tobago.

Estuvo tan seguro de lo que hacía que dio ventaja en la jugada donde le entran fuerte al 'Chino' Discua y una vez finalizada la acción buscó al jugador infractor para amonestarlo y tal y como lo manda el reglamento, acción que pocas veces las vemos en los trabajos arbitrales.

En conclusión, el trabajo del árbitro estadounidense estuvo casi perfecto, existieron muchos aciertos y es por eso que sintetizamos el trabajo central de Jair Marrufo y sus asistentes como un MUY BUEN TRABAJO.