Ucrania llamó a China, aliada estratégica de Moscú, a “condenar la barbarie” de Rusia, que siguió bombardeando ciudades y estrenando nuevas armas, como un misil hipersónico. Los ataques aéreos rusos se sucedieron a un ritmo vertiginoso , donde un bombardeo mató a decenas de soldados en un cuartel.