Dos hermanitos unidos aún más por el fútbol en Honduras
Darwin y Héctor Milla son las grandes figuras del centro de educación básica Altagracia Sánchez.
Darwin y Héctor Milla son las grandes figuras del centro de educación básica Altagracia Sánchez.
Se trata de la historia de Darwin y Héctor Milla, quienes fueron seleccionados entre un grupo de 250 alumnos que hicieron su debida prueba, y finalmente se quedaron en el listado oficial de 24 jugadores como lo requiere una de las reglas del torneo.
El pequeño Héctor se robó el protagonismo cuando anotó seis goles en un mismo partido, en el que su escuela derrotó escandalosamente 13-0 a la Albert Einstein, una de las favoritas a clasificar, pero su hermano también fue de la partida, él le dio las seis asistencias en el encuentro.
Los hermanitos caminan tres kilómetros todos los días desde el sector llamado El Paraíso hasta la colonia Zelaya, para recibir el pan del saber, se tardan 30 minutos para trasladarse a su centro de educación.
Desde pequeños han sido seguidores del balompié, ambos aseguran que quieren llegar a ser futbolistas profesionales y jugar algún día en el Olimpia.
A pesar de su rivalidad, uno le va al Barça y otro al Madrid, su talento tiene soñando a su centro educativo.
Los hermanos estudian en jornadas diferentes, Héctor cursa el sexto grado por la mañana y Darwin está en cuarto por la tarde, pero en el equipo se han acoplado y se ayudan mutuamente como lo hacen en la vida cotidiana.
También son grandes seguidores del fútbol internacional, curiosamente del Barcelona y Real Madrid, cuentan que cuando ambos clubes se disputan el clásico español, se van a ver los partidos donde un vecino que tiene televisión por cable, aseguran que no pelean por los merengues y los culés, porque cada quien tiene su forma de juego.
“Yo soy fan del Real Madrid y admiro mucho a Cristiano Ronaldo, hay jugadas en las que le ayuda al equipo y me encanta su forma de celebrar los goles, siempre desea ganar y eso es lo que me gusta a mí en la cancha”, afirmó Héctor, quien además comentó que le gustaría conocer el Santiago Bernabéu.
Por su parte, Darwin es hincha del Barça: “Yo le voy al Barcelona porque me gusta mucho verlos ganar, casi siempre lo hacen, tengo suerte que los partidos que les he visto han levantado trofeos, y Messi es el mejor futbolista del mundo, deseo jugar como él, por eso quiero estudiar y prepararme mucho”, dijo.
En la segunda fase de la Copa Gatorade, el Centro de Educación Básica Altagracia Sánchez peleará su clasificación a la tercera etapa con la escuela Padre Claret, que derrotó 3-1 a una de las grandes favoritas, la Escuela Internacional Sampedrana.
Algunos de los objetivos por los que desean ganar la Copa Gatorade 2015, son terminar de construir la clínica de medicina general e infantil, mejorar su infraestructura tanto por fuera como por dentro, agrandar las aulas de clases y conseguir más libros de texto para instruir a los infantes, aseguró el director técnico Karl Roland.
Hace un par de meses pidieron ayuda al gobierno y a la Municipalidad de San Pedro Sula para mejorar las condiciones del centro educativo, ya que la población estudiantil es de 1,500 alumnos y desean reciban clases de una manera cómoda en ambas jornadas, por ello se inscribieron en el torneo para ganar el anhelado primer lugar.
Ambos se declaran admiradores del programa “Los Súpercampeones”.
Pero en el Centro de Educación Básica Altagracia Sánchez, ubicado en la colonia Felipe Zelaya, dos hermanitos se preparan de una manera muy especial.
Se trata de la historia de Darwin y Héctor Milla, quienes fueron seleccionados entre un grupo de 250 alumnos que hicieron su debida prueba, y finalmente se quedaron en el listado oficial de 24 jugadores como lo requiere una de las reglas del torneo.
El pequeño Héctor se robó el protagonismo cuando anotó seis goles en un mismo partido, en el que su escuela derrotó escandalosamente 13-0 a la Albert Einstein, una de las favoritas a clasificar, pero su hermano también fue de la partida, él le dio las seis asistencias en el encuentro.
Los hermanitos caminan tres kilómetros todos los días desde el sector llamado El Paraíso hasta la colonia Zelaya, para recibir el pan del saber, se tardan 30 minutos para trasladarse a su centro de educación.
Desde pequeños han sido seguidores del balompié, ambos aseguran que quieren llegar a ser futbolistas profesionales y jugar algún día en el Olimpia.
“Ellos han venido en un proceso, los tenemos desde que están en primer grado, cuando hicimos la prueba de escoger a los mejores, ambos demostraron una condición realmente fantástica, hemos trabajado hasta con doble jornada y nunca se cansan de estar con el balón, a todos les sorprendió la actuación de ellos en el partido de la primera ronda”, comentó Karl Roland, uno de los entrenadores, quien jugó en Real España y ahora ayuda a los pequeños en este proceso.
Los hermanos estudian en jornadas diferentes, Héctor cursa el sexto grado por la mañana y Darwin está en cuarto por la tarde, pero en el equipo se han acoplado y se ayudan mutuamente como lo hacen en la vida cotidiana.
También son grandes seguidores del fútbol internacional, curiosamente del Barcelona y Real Madrid, cuentan que cuando ambos clubes se disputan el clásico español, se van a ver los partidos donde un vecino que tiene televisión por cable, aseguran que no pelean por los merengues y los culés, porque cada quien tiene su forma de juego.
“Yo soy fan del Real Madrid y admiro mucho a Cristiano Ronaldo, hay jugadas en las que le ayuda al equipo y me encanta su forma de celebrar los goles, siempre desea ganar y eso es lo que me gusta a mí en la cancha”, afirmó Héctor, quien además comentó que le gustaría conocer el Santiago Bernabéu.
Por su parte, Darwin es hincha del Barça: “Yo le voy al Barcelona porque me gusta mucho verlos ganar, casi siempre lo hacen, tengo suerte que los partidos que les he visto han levantado trofeos, y Messi es el mejor futbolista del mundo, deseo jugar como él, por eso quiero estudiar y prepararme mucho”, dijo.
En la segunda fase de la Copa Gatorade, el Centro de Educación Básica Altagracia Sánchez peleará su clasificación a la tercera etapa con la escuela Padre Claret, que derrotó 3-1 a una de las grandes favoritas, la Escuela Internacional Sampedrana.
Algunos de los objetivos por los que desean ganar la Copa Gatorade 2015, son terminar de construir la clínica de medicina general e infantil, mejorar su infraestructura tanto por fuera como por dentro, agrandar las aulas de clases y conseguir más libros de texto para instruir a los infantes, aseguró el director técnico Karl Roland.
Hace un par de meses pidieron ayuda al gobierno y a la Municipalidad de San Pedro Sula para mejorar las condiciones del centro educativo, ya que la población estudiantil es de 1,500 alumnos y desean reciban clases de una manera cómoda en ambas jornadas, por ello se inscribieron en el torneo para ganar el anhelado primer lugar.
