De los casi 31.000 jugadores registrados por la Confederación Brasileña de Fútbol, solo 6.000 de ellos ganan más de 20 salarios mínimos mensuales (6.380 dólares), el resto sobrevive con unos 600 dólares.
Sin embargo para el actual jugador de Palmeiras, Deyverson Silva, fue distinto, pasó por momentos duros que hoy al recordarlo llena su semblante de tristeza. Así se reflejó en una conferencia de prensa mientras relataba el sacrificio que hacía su padre para que él fuera a los entrenamientos.
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'Dejaba de llevar comida a la casa y me daba dinero a mí para ir a entrenar. Sufrí mucho, despertaba a las 4 para ir a entrenar, a hacer pruebas en muchos clubes y no se me daba. Mi padre se llama Carlos, fue quien dio la vida por mí', comentó el delantero, Deyverson Silva casi sollozando.
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Tras todo ello Silva finalmente cumplió su sueño cuando debutó con el Grêmio Mangaratibense en el 2012, y luego de aventurarse en el F.C. Köln (Alemania), Levante y Deportivo Alavés (España), está disfrutando de su buen fútbol y plenitud de su carrera con los Palestras.