Su imagen dio la vuelta al mundo en el Mundial de 2014, cuando las cámaras le captaron llorando desconsolado, abrazando su trofeo de cartón piedra, después de la estrepitosa eliminación de Brasil con la histórica goleada por 7-1 ante Alemania.
La paliza sufrida por la selección no le amedrantó y también siguió a la selección brasileña en la Copa América de Chile del pasado junio, a pesar de que los médicos le aconsejaron tener cuidado con el frío del invierno austral, más aún por el tratamiento con quimioterapia que tomaba, según su hijo.
'Es un guerrero. Siempre su lema fue ''Nada ocurre sin un sueño', dijo Frank. El 'Gaúcho da Copa' acompañó a Brasil en siete mundiales, desde el de Italia 90, y también estuvo presente en muchos amistosos y en numerosas ediciones de la Copa América, de las Confederaciones y de los Juegos Olímpicos.
Recorrió 66 países y vio en persona unos 150 partidos de la selección brasileña, según medios locales.