Internacionales
2013-05-13
A Bayern Múnich le fue entregado el sábado el trofeo como campeones de la Bundesliga y durante el festejo en el Allianz ArenA los futbolistas se bañaron de cerveza.
La condición musulmana de Franck Ribéry había advertido a sus compañeros que no lo involucraran.
Pero su compañero de equipo, el central Jerome Boateng, se saltó la advertencia y le persiguió por todo el terreno de juego con un vaso gigante de cerveza en la mano para echárselo por la cabeza. Lo consiguió. Después, varios jugadores más se sumaron a la 'broma'.
A Ribéry no le hizo ninguna gracia: 'No voy a volver a hablar a Boateng, sabe que soy musulmán' sentenció molesto el jugador francés.