Su nombre es Carlos Manuel Almeida, pero el fútbol portugués lo conoce mejor por “Calico”, quien militó en el Académico Viseu, club donde ahora juega nuestro legionario catracho Jonathan Rubio.
El futbolista del AD Satao viajó desde suelo luso hasta Honduras, para desarrollar por dos semanas una clínica deportiva en la Academia POVOA.
Calico no solo milita al fútbol, sino que tiene la especialidad en Entrenamiento Individual del Fútbol (Individual Football Training) que consiste en desarrollar las habilidades individuales técnicas de un jugador de fútbol.
El portugués fue la mano derecha de Rubio, con quien acordó visitar la academia sampedrana que ahora tiene a 60 futbolistas de diferentes categorías.
La empresa de Calico también ha mejorado y trabajado junto a futbolistas de renombre como Bruno Fernandes, Alex Telles, James Rodríguez, entre otros.
En entrevista con DIEZ, el luso comentó las debilidades y fortalezas que pudo percibir en los futbolistas catrachos, así como los temas deportivos que deben mejorar nuestras autoridades deportivas.
- CHARLA CON DIEZ -
¿Cuál es su nombre completo?
Mi nombre es Carlos Manuel Almeida “Calico”, tengo 35, vengo de Viseu de Portugal.
¿Cuál es su trayectoria?
Yo juego fútbol a un nivel mucho más bajo, fui capitán ocho años en el Académico Viseu, equipo donde ahora está Jonathan Rubio. Después me fui a la Segunda División Portuguesa para jugar en el Union de Madeira. Posteriormente me regresé a Viseu para militar en el Lusitano donde estuve ocho años, ahora estoy en otro club que se llama AD Satao.
¿Cuál es su especialidad como entrenador de fútbol?
Yo soy entrenador especializado en Técnica Individual de Fútbol. Trabajamos con los jugadores menores de edad desde los seis años hasta profesionales. Tengo una licencia en Educación Física. También entreno a árbitros de fútbol y trabajo con el desarrollo físico de jóvenes atleta.
¿Cómo surgió la idea de unirse a Jonathan Rubio en la Academia POVOA?
El contacto con Jonathan Rubio vino porque necesitaba desarrollar algunas habilidades técnicas. Yo soy de Viseu, él tuvo conocimiento de nuestro trabajo y me contactó. Y en noviembre hicimos un trabajo de técnica individual con él, después le gustó mi trabajo y me invitó a venir a su academia.
¿Con cuáles jugadores ha trabajado?
Hemos trabajado con jugadores como Bruno Fernandes (Manchester United), Diego Dalot (Manchester United), Alex Telles (Manchester United) y James Rodríguez.
¿Hace cuánto vino a Honduras?
Yo tengo 15 días de estar acá.
¿Cuál es su misión en Honduras?
Mi misión es ayudar al desenvolvimiento del desarrollo del fútbol en Honduras.
Cuéntenos, ¿cómo ha visto el desarrollo del fútbol hondureño en Ligas Menores y Profesionales?
De una forma general el fútbol en Honduras necesita desarrollar fundamentalmente la parte táctica. Yo he visto partidos de Primera División al Real España, de U-10, U-14 y U-18. O sea, en todos ellos la cuestión táctica, los jugadores juegan al balón, no juegan fútbol, es una diferencia muy grande. Los equipos están completamente partidos. Los jugadores no juegan en función de la pelota, espacio, adversario, solo miran la pelota. Ese es un desarrollo en el que considero que el fútbol hondureño necesita tener. Lo que me encantó de los hondureños es que adoran el fútbol, es increíble la cantidad de canchas que tienen, pero necesitan desarrollar los cinco factores de entrenamiento: técnico, táctico, físico, psíquico y social.
.¿Cuáles son las falencias que se debe mejor desde las fuerzas básicas?
Técnicamente hay talentos en Honduras, pero tienen la debilidad que son las fuerzas básicas: el primer toque, recibir el balón, la capacidad de recibir el balón perfilado porque se juega de espalda y pared, son pequeñas cosas que hay que mejorar y mi función en la academia es ayudar a ese desarrollo. Físicamente los hondureños son intensos, de pegada, pero el fútbol es de pelotazo. Sin embargo, hay cosas que se pueden cambiar en el aspecto físico y táctico. Después, la gran misión del fútbol hondureño es que tiene que pensar en el desarrollo, educación deportivo de los jugadores. El tema de la puntualidad y la concentración son normas que deben ser necesarias.
¿Qué fortalezas ve en nuestro fútbol?
El jugador hondureño tiene mucha calidad. Si nos vamos de jugadores que salen de acá a Europa, una de las dificultades que presentan es la percepción del juego. Los niños aquí tienen el amor por el fútbol, pero necesitan ver juegos de fútbol. Hay talentos. Me recuerdo a David Suazo que jugó en el Benfica de Portugal. Ahora con el de Bryan Róchez, Alberth Elis, Jonathan Rubio
¿Qué mensaje le puede inculcar a los niños que sueñan con ser profesionales en el fútbol?
En vez de jugar PlayStation deberían de ver partidos, que aprendan, que estudien el juego y creo que esa mentalidad poco a poco se va cambiando. Aquí en la academia hay talentos. Otra cosa que se puede ver es que los niños tienen miedo de errar, estamos desgastándolos, es una cosa que no se puede hacer. Errar es parte del juego. Pienso que cambiando las mentalidades Honduras puede cambiar.
¿Las canchas malas son impedimento para que nuestros futbolistas menores se desarrollen?
Eso es normal, los estadios y condiciones son completamente distintos. Aquí es lo posible, estas canchas son buenas, no hay excusas como se acostumbra a decir, porque hay tanta cancha, tanta calidad de juego que solo se debe mejorar el trabajo, la mentalidad del jugador.
¿Qué ventaja le podemos sacar al fútbol europeo si nos enfocamos en el desarrollo especializado de los niños?
Si igualamos la capacidad táctica, la intensidad. La ventaja de aquí es que los niños están jugando fútbol desde los cuatro años. En Europa esto ya no sucede por el tema del peligro, los teléfonos. Ustedes tendrían mejor motricidad, mayor conexión con el balón, si igualan el conocimiento del juego se puede explotar con los jugadores.
¿Le faltó inculcar algún conocimiento en la Academia POVOA o se va satisfecho?
Si vuelvo a regresar me gustaría ver el trabajo en los chicos de ahorita, las cosas básicas que hemos estado haciendo. Esto es un proceso lento, es imposible cambiar todo en dos semanas. Seis u ocho años manteniendo esta mentalidad se van desarrollando los talentos.
¿Qué le gustó de Honduras?
Desde ya agradecer la recepción, es increíble. Personalmente me metí a Google, puse San Pedro Sula, pero solo vi “ciudad peligrosa por narcotráfico”, muchas cosas malas, pero no hay nada de eso, hay sitios peligrosos como en todos lados. La familia Rubio, la calidad de los padres fue increíble. Los hondureños transmiten el amor, porque es lo que sentí. La conexión, amor y empatía es fundamental con el atleta.
¿Probó nuestra gastronomía?
De todo, comí baleadas, pollo chuco.
¿Qué otros jugadores conoce de Honduras?
Vi a Wilson Palacios en el Tottenham. Me fui enterando de la Selección Hondureña, por ahí me gusta como juega “Buba”, hay un niño de 17 años que jugó en el Real España contra Olancho FC (Roberto Osorto). El mismo Jonathan Rubio es un gran talento, porque desde los 15 años está en Europa, percibe el juego, no comprendo cómo no viene a la selección de Honduras.
¿Tiene problemas a la hora de transmitir un mensaje didáctico con el lenguaje castellano?
Estuve muchos años en Venezuela, tengo familia españólense, me acostumbré desde niño a escuchar.
¿Qué mensaje le mandaría a todos esos padres que están interesados en inscribir a sus hijos a academias de fútbol?
Hay mucha academia, pero si hay un problema en todas debemos ir por alguien que hace la diferencia y conozcan, investiguen, pregunten. La Academia POVOA tiene principios, está investigando y desarrollando el desenvolvimiento. Es increíble. La academia se fundó el 28 de marzo y ahora tiene 60 niños, es un desarrollo increíble.
