No Todo es Futbol

Polache: 'Me miraba como futbolista de Selección'

Polache, uno de los rostros más reconocidos nos acompañó en Con Sello Femenino.

2011-09-14

POLACHE es a quien conocemos porque siempre anda con su sombrero y guitarra. Detrás de este hombre campechano está un publicista, un gran amigo, un excelente padre y un maravilloso esposo. Hoy conversaremos con Paul H...

¿De chiquito alguna vez pensaste que lograrías tanto?
Inconscientemente siempre me imaginé frente a la gente, no sé si es algo de todos los niños que admiran artistas o deportistas o un llamado a la música. Me miraba de dos formas: como futbolista en un partido de la Selección a estadio lleno y también como cantante con una gran multitud coreando mis canciones.

¿Pero elegiste música y no fútbol?
Mirá, algo muy curioso de mi vida fue que siempre sentí que para lo único que era bueno era para el fútbol.

¿Jugás bien?
Sí, jugaba bien, pero no era un jugador prodigioso. Era un cumplidor, defensa central, llevaba bien mi puesto. Pero fui mal estudiante, tuve muchos problemas académicos en el colegio, además fui muy introvertido. Tampoco salía con mi guitarra a cantarle a mis amigos, yo lo hacía solito en el cuarto. Tenía problemas de autoestima, digamos así, pero en el fútbol yo sentía que era sobresaliente y me permitía convivir con otras personas, si no me la hubiera pasado solito en el colegio.

¿Si fueras futbolista que posición jugarías?
Volante de contención, pero era defensa central, yo quisiera ser contención, pues el central es el puesto más basura que puede existir. Mirá, podés jugar el partido perfecto, pero te equivocás en el último minuto y te escapan de matar, el delantero le va pésimo, pero la mete una vez y es el héroe.

¿Por qué te iba mal en los estudios?
Mirá, creo que era de autoestima porque tengo dos hermanos de camada, Peter y Jaime, más mis hermanas Karen y Carol que todos salieron buenos estudiantes. Yo era como la oveja negra, todos los años a recuperación, era un martirio eso. Donde yo me sentía que tenía talento era en el fútbol, por eso me miraba como futbolista y no le miraba otro camino a mi vida.

¿Y cómo surge la música?
En el camino de decidir la carrera profesional, con tanto problema que tuve en el colegio no tenía un rumbo definido, no sabía qué carrera universitaria escoger, estaba en el limbo.

¿Y entonces qué estudiaste?
De repente me topé con un plan de estudios de la carrera de Comunicación y Publicidad, recién abierta en Unitec y al ver el plan de estudio sentí que era todo lo que a mí me gustaba. Esto fue en 1996. Entonces me metí sin saber nada del mundo de la publicidad, sólo que me gustaba medio pintar, la música, la guitarra, la fotografía y el cine.

Pero te fue bien... ¿Y Karlita te llevó a San Pedro Sula?
Ella y yo somos de acá, pero yo me fui para allá porque nadie me daba chamba en el área de publicidad en Tegucigalpa. Reboté en todas las agencias, pero como no tenía experiencia me decían no. Un amigo me dijo que probara suerte por San Pedro, en una agencia donde hice un período de prueba por 6 meses sin cobrar y me sacaron…

¿En serio? Pero que feo…
Quedé bailando en San Pedro Sula, pero dije que no me iba a regresar con la cola entre las patas a Tegucigalpa...

¿Y de qué vivías?
Hice de todo mientras encontraba trabajo. Hasta que me salió una prueba en McCann Erikson.

¿Y qué te dio por dejar todo por la cantada?
Estando en McCann ocupaban un “jingle” para un City Mall. Les dije que yo componía y me dieron la oportunidad, fue un éxito. Supe que tenía talento y que yo podía explotar.

¿Te gustaba?
Sí, me agarraron de encargo, “Jinglero oficial”, pero no me daban billete. Un día me rebelé porque a mí no me pagaban por hacer eso. Ya cuando sale la campaña de “Mirá a Honduras” vi la reacción de la gente con la canción, me emocioné.

¿En 2008?
Me sentía como decepcionado de seguir tras bambalinas, uno como artista siempre quiere salir en la foto, es parte del ego, pero nadie hablaba de mí. Entonces de repente me pegó la loquera de dejar el trabajo.

¿Qué hiciste?
Ya estaba con esposa, mi hijo, pagando casa y hasta los breques de deudas. No iba a llegar a la casa y decirle a Karlita: “Fíjese que renuncié porque quiero ser músico”.

Te iba a macanear…
Me iba a agarrar a reata. Ella trabajaba en un hotel porque estudió turismo, así la íbamos pasando con el sueldo de los dos.

¿Entonces te dieron el sobre blanco?
Gracias a Dios, el billete lo invertiría en la producción. Si no me daba en la cantada, volvía a trabajar y ya pues. A Karlita la llevé a un cafecito y le preparé el terreno diciéndole que me habían despedido, pero que me habían dado prestaciones. Ella me apoyó, pero estuve un año “calletano” y ocultándoselo a mis papás.

¿Y luego?
Prácticamente perdí la mitad del billete en querer grabar por dos estafas que tuve. Luego, en el camino de estar buscando conocí a Mario Palma y él me grabó “Hablo español”.

Perame, ¿y el programa de televisión?
Es que un día llegué a Sula Visión…

¿A una entrevista?
No, tenía que ver de dónde comer también en esos días mientras intentaba en la música. Estaba de “freelance” buscando chambitas de diseño gráfico y haciendo “jingles”. Ellos me contrataron para el “jingle” de un programa. Le comenté al productor que cantaba y que me gustaría andar por los pueblos haciendo canciones en un programa. Se interesó, me pidió que llegara al siguiente día a una audición... Y así nace el sombrero de Polache.

¿Cómo así?
Nunca había usado sombrero, pero como mi familia es de Olancho, yo tenía uno en la casa. Esa misma noche empecé a cranear cómo iba a llegar a la audición. Así que me puse el sombrero para verme más campechano, tipo trovador. Al chavo le gustó la idea.

Yo lo miraba, felicidades…
Todo fue ad honórem, a mí no me daban un peso, pero sí cubrían los viáticos. De hecho se me arruinó el único carrito que tenía por andarme metiendo por todos lados. Era un Chevy, lo destrocé.

¿Y entonces, la música?
Bueno, Mario la pasó a varias radios de San Pedro Sula, la Power, la W107, Radio Activa y la Inter para que la sonaran. La rola de prueba fue esa y a partir de ahí grabamos todo el material. Yo ya tenía 48 canciones registradas, pero sin la producción.

Cambio de tema, ¿cuál es tu postura política?
Quiero aclarar, yo nunca he tenido postura política…

¿Pero la gente te relacionó con el ex presidente Zelaya?
Porque ningún presidente había hecho un acercamiento con un artista como el que hizo conmigo en el Coco o Segovia. La invitación llegó por parte de la Pichu a Karlita. A esos eventos iban los artistas consagrados. A mí me extrañó la invitación.

¿Ahí fue cuando cantaste con Mel?
Sí, nosotros estábamos sólo los dos platicando, se acercaron las cámaras y se armó el rebane. Se vio muy espontáneo y a partir de Coco o Segovia me relacionaron como el artista de Mel. Al venir la crisis política mi postura se veía a favor de Mel. Él proyectó mi imagen con ese evento.

¿Públicamente nunca dijiste nada?
No, es más, ni he votado. Jamás he ejercido el voto. Ahora lo voy a pensar.

¿Nasralla?
Pues hay que buscar las opciones o dar un voto de castigo a los de siempre, ya mucho. Está probado que rojos o azules, los que vengan, van a ser lo mismo en cuatro años, ya ni tenemos qué perder. Así viniera el Partido Pitufo, por ese hay que votar. En un destello de lucidez el hondureño debe votar diferente, pase lo que pase, de todos modos cada cuatro años perdemos.

¿Como sentiste el rumor de tu romance con la Pichu?
Estaba en Francia, en un supermercado donde nos poníamos frente a las carretas, luego de caminar 40 minutos para poder robar wi-fi como meros inditos, por que era caro, entonces chequé y tenía un correo de mi mamá diciendo que una vecina le había preguntado si yo tenía un romance con la Pichu.

¿Qué le contestaste?
Contesté: “Porque es mi mamá usted no le falto el respeto, pero púchica, si usted me está diciendo eso, me imagino como está la cosa”. Estuvimos dos meses allá, cuando regresamos, era una bomba la cuestión.

¿Te afectó?
He pasado diciendo que no, pero en el fondo claro que sí. A mi esposa también y gracias a Dios mi hijo estaba chiquito, pero el día de mañana no quiero que un güirro de la escuela moleste a mi hijo diciéndole que su papá era infiel.

La gente es mala. ¿Algún incidente?
Muchos, pero el más reciente fue hace unos días, antes de las yuqueadas de Bailando por un Sueño. Yo salía todos los días a correr al Merendón. Andaba por allí y estaba haciendo ejercicios, cuando tres señoras se pusieron a comentar. Le dijo una a la otra: “Y no es Polache ése?¨, ¿Será cierto lo de la Pichu?, ¿Y no es casado él?”...

¿Qué hiciste?
Me di vuelta y las fui a confrontar. Yo soy pesado, pero sólo les pedí que por favor dejaran de hablar cosas que no sabían, mejor que me preguntaran.

¿Contame de tus proyectos?
Terminar el proyecto de Bailando por un Sueño, ya nos montamos en este barco. Física y mentalmente me siento agotado, pero le voy a hacer la fuerza hasta donde pueda llegar.

¿Cómo surge la invitación?
La producción habló con Karla, nuestra única preocupación era el tiempo, pero al final decidimos acceder por la proyección que tendría con el programa. La gente ve otra faceta mía, la de bailarín. El baile siempre me ha fascinado, quiero terminar y hacerlo bien.

¿Qué tal tu soñadora Andrea?
Tenemos la suerte de tener una estatura y peso ideal. Además, es una cipota tranquila, es bonita, es joven, buena bailarina y anda siempre alegre. Ella no me anda ni estresando ni regañando, además sé que reconoce que estoy haciendo el mejor trabajo que puedo hacer.

¿Y del sueño?
Me encanta que hay niños involucrados en el sueño. Para esos días, la hija de mi mejor amigo murió de un cáncer cerebral, luego de un año de lucha. Pasaba enamorada de mi hijo y mi amigo es el padrino de Pablito, fue como que hubiera perdido a mi hija. Cuando supe que había niños en el sueño, sentí que era como parte del destino.

¿Es en Colón, Limón...?
Si es una gran distancia. Por desgracia no se puede ver la historia de cada uno de los niños porque son demasiados, cada uno tiene su historia. Sólo unas horas conviví con ellos y fue mágico. Llegue o no a la final, tengo un compromiso con el sueño y yo lo voy a cumplir, ahora es algo personal para mí.

¿Cómo enamoraste a Karlita?
La conocí en un lapso de crisis de amores, me acababa de dejar con una cipota con la que tuve un noviazgo de casi 5 años. Yo andaba en depresión, bebiendo en una disco muy decepcionado. Ella entró con una amiga. Al verla, tuve una sensación de necesidad de conocerla.

¿Qué hiciste?
Dejé la cerveza, ella estaba bailando con las amigas, pero yo me metí a la brava. Después se fueron y la seguí, casi acosándola. Le pedí el teléfono, su amiga le había dicho que no me lo diera, pero en el último momento me dio el verdadero.

¿Y desde entonces...?
Salimos casi un mes, pero después rompimos relaciones. Yo y mis loqueras, porque volví con la antigua novia. En el fondo, yo sabía que era ella, pero estaba confundido, no sabía si era costumbre, lealtad o amor a mi relación anterior.

Pero si era Karla...
Así es. Estando en San Pedro Sula nos separamos. Karlita dice que ella quedó dolida. Luego nos encontramos en otra disco, yo deprimido de nuevo. Nos vimos y platicamos. Dos días después, ella se fue para Nueva York. Le pedí disculpas y se fue. Nos escribimos un tiempo, yo pensé que ella se quedaría para siempre.

¡Qué romántico!, ¿Regresó por vos?
Ella dice que sí. Y ya quedamos como novios. Aún de novios nos separamos una vez. Le pedí matrimonio en la iglesia y nos casamos el 8 de julio de 2007.

¿Ya no más pleitos?
Han habido, como cualquier pareja. Ella me integró a un grupo que se llama Movimiento Familiar Cristiano porque mi personalidad es bien difícil.

Además, es tu mánager, ¿cómo manejan eso?
Ahí empezó el rollo. A nosotros nos ha costado separar lo profesional de lo personal, como pareja. A mí se me olvida que es mi esposa y a ella que soy su esposo. A veces siento que soy como el esclavo o ella siente que la estoy regañando, pero en mi caso es a la mánager y en el de ella, el artista.

Es que ha de ser difícil…
Sí y en los eventos no podemos andar agarraditos de la mano o con besuqueos porque tenemos que vernos como profesionales. Pero lo hemos hablado con gente que nos ha estado ayudando en ese sentido, de separar las dos relaciones.

¿Contame de Pablito y tu faceta de padre?
Es otra de las razones por las que me salí del trabajo. No lo estaba viendo. De lunes a sábado y hasta domingos, lo hacía de 8 am a 9 pm. Ambos trabajando, solos en San Pedro, desde los 7 meses, el niño estaba en un ‘day care’. Así se me pasó un año y dije: “Un día de estos, este cipote va a pensar, quién es este ladrón que está en la casa”.