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¡La polémica de la Eliminatoria! José Mario Pinto, de figura en Liga Nacional a ser borrado por Rueda en la Selección de Honduras

El futbolista de Olimpia no pudo consolidarse con la titularidad en Honduras, situación que llevó a una polémica con Reinaldo Rueda.

José Mario Pinto no consolidó la titularidad con Reinaldo Rueda, exentrenador de Honduras.

José Mario Pinto se ha convertido en uno de los rostros más influyentes del Olimpia en los últimos años. Su fútbol maduro, equilibrado y constante lo ha llevado a ser pieza clave en los múltiples títulos del club, ganándose el reconocimiento de la afición y de Eduardo Espinel.

Pinto es sinónimo de confiabilidad: entiende los tiempos, se sacrifica en defensa, aparece entre líneas, genera juego y llega al área con inteligencia. En Liga Nacional y en Liga Concacaf, su impacto ha sido determinante. Por eso sorprende que su rendimiento en la Selección Nacional haya estado tan lejos al no ser tomado en cuenta por Reinaldo Rueda.

Y es que, en la era del colombiano, José Mario Pinto nunca logró conquistar la titularidad con Honduras. Fue parte de todas las convocatorias importantes, pero rara vez figuró. Mientras con Olimpia era figura, con la Selección apenas lograba asomar como alternativa desde el banquillo. La situación desconcertó a muchos, especialmente porque Honduras necesitaba justamente un perfil como el suyo: dinámico, disciplinado y con lectura táctica. Aun así, el técnico colombiano nunca le abrió plenamente la puerta para competir por un lugar real en el once.

Rueda dejó ver su postura en varias conferencias. Sobre Pinto dijo: “José Mario es un jugador muy noble, muy aplicado, siempre está dispuesto, pero debemos evaluar cada partido y cada necesidad. Él compite con futbolistas de características importantes en esa zona”. En otra ocasión añadió: “Pinto trabaja muy bien, pero debemos buscar los perfiles que mejor se adapten a cada juego”. Palabras que, lejos de explicarlo del todo, alimentaron el debate: si era tan aplicado, tan táctico, tan fiable... ¿por qué no jugaba?

La realidad deportiva fue contundente: Pinto terminó siendo relegado por debajo de jugadores con menos recorrido en selección y con menor peso en sus clubes. Reinaldo Rueda terminó priorizando a Dereck Moncada y Marlon Ramírez, una decisión que muchos en el entorno consideraron un pecado capital, especialmente cuando Honduras sufría carencias en creatividad, movilidad y ritmo ofensivo. En el Olimpia, Pinto es un jugador de jerarquía comprobada; con Rueda, parecía invisible.

Durante los torneos oficiales, su participación fue mínima. En la Copa Oro fue completamente banca, sin obtener un solo minuto pese a que la Selección evidenciaba serios problemas de funcionamiento en ataque y generación de juego. En la Eliminatoria, solo ingresó de cambio ante Haití, contra Nicaragua y en el duelo frente a Costa Rica en el Morazán. Nunca tuvo la oportunidad de partir como titular ni de acumular suficientes minutos como para mostrar la versión que sí despliega cada semana en el Estadio Nacional con la camiseta blanca.

El contraste entre su figura en Olimpia y su rol en la Selección es uno de los casos más llamativos del ciclo de Rueda. Mientras el león construyó un proyecto ganador alrededor de jugadores confiables, Rueda pareció no encontrar cómo aprovechar las virtudes de Pinto. El mediocampista se mantuvo profesional, disciplinado y silencioso, sin polémicas, pero el público y la prensa no dejaron de cuestionar la aparente desconexión entre su nivel real y el uso que recibió con la H.

Reinaldo Rueda y uno de los tantos pecados capitales que cometió al dirigir a Honduras.

Ahora, cada vez que se repasa el fracaso de Honduras rumbo al Mundial 2026, el nombre de José Mario Pinto aparece inevitablemente en la lista de decisiones que pudieron marcar la diferencia. Su exclusión futbolística, sus pocos minutos y el desaprovechamiento de uno de los jugadores más completos del país quedan como parte de los errores del proceso. Pinto, figura indiscutible en Olimpia, fue un actor secundario para Rueda. Y en un momento donde Honduras necesitaba jerarquía, equilibrio y carácter, muchos consideran que ignorar al futbolista albo fue un error que terminó costando demasiado.

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