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Con 200 millones de lempiras bien destinados, si vemos ejemplos como el Estadio de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, del que Diez público una galería de fotos, muy moderno con capacidad para 7,500 aficionados, se pudo haber hecho un estadio nuevo en otros sectores de la capital.
La aprobación de semejante cantidad de dinero en un país que se debate en los niveles más bajos de pobreza ha generado disgustos e inconformidades como en el diputado Osmán Chávez, otrora seleccionado nacional quien fustiga fuertemente que los dineros salgan de 'Juan Pueblo' y no de donaciones que el gobierno de Honduras tuvo que haber buscado con otros estados del mundo, como con China Taiwan.
Realmente con la gente al final en este país nunca quedas bien, enmedio de las contradicciones comunes en los paisanos hay sectores en contra de la restauración del Nacional, pero que también son buenos criticando que se sigan jugando partidos de la Liga Nacional Profesional en las condiciones deplorables que se encuentra el vetusto coloso capitalino.
A ciencia cierta no sabemos si con los fondos asignados ajustará para demolerlo y hacer un nuevo estadio o la inversión se irá en la estructura de las graderías, incluyendo butacas en todo el recinto como han hecho con el Doroteo Guamuch Flores de Guatemala, colocación de nuevas torres del alumbrado con iluminación moderna y no anticuada como la que tiene el estadio desde 1978.
Por lo que hemos conocido las torres están corroidas y en cualquier momento van a ceder y las estructuras del estadio han sido dañadas hasta por los orines que expulsan sobretodo los 'honorables' visitantes de los palcos.
En el cambio que se le hará al Nacional debe ir incluida la demolición de la pista olímpica innecesaria que tiene la instalación, y con eso ampliar la longitud de las graderías nuevas que se le harán. En el Nacional por años no se hacen eventos de atletismo, ya que para eso se utiliza el Complejo José Azcona en la Villa Olímpica.
El periodo de inicio y finalización de la obra tampoco está claro, ya que la ejecución de los recursos deberá pasar por varios peajes y la mismísima burocracia, hasta que pase a un fideicomiso, figura que han creado últimamente para supuestamente transparentar fondos estatales así como lo hicieron con el fideicomiso para las federaciones, del que muchos se quejan.
Con el anuncio hecho con mucho ruido mediático, los equipos Olimpia y Motagua han puesto las barbas en remojo ya que tarde o temprano les tocará emigrar nuevamente y como ninguno de ellos tiene un estadio propio tendrán que buscar dónde refugiarse.
El dolor de cabeza para Vázquez y Troglio
Eso de mudarse es un dolor de cabeza para ambas instituciones sobretodo para sus dos entrenadores: Pedro Troglio y Diego Vásquez, acostumbrados a llorar por todo, cuando no se les dan buenos resultados y los viajes cansados por todo el país es un nuevo pretexto.Un consejo para Olimpia y Motagua, con el cierre pronto del Nacional, no vayan a programar los dos clásicos en el Olímpico, error que han venido cometiendo, pues ha quedado comprobado que esa instalación resulta enorme para esos partidos.
El Motagua debería quedarse en Comayagua y Juticalpa y el Olimpia en Danlí y Choluteca, ciudades donde estos equipos tienen más apoyo que en San Pedro Sula, por lo menos así se refleja en los estadios.
Sin subestimar el apoyo que Motagua y Olimpia recibieron en San Pedro Sula en sus partidos contra el Atlanta y el Seattle, por la Champions de la Concacaf, nada que ver con los llenos que habrían tenido en la capital.
Hemos conocido que la inversión estatal al Nacional no detendrá el proyecto del Olimpia y el Motagua de construir sus propios estadios ya sea separados o en alianza o que puede producir en el futuro que la obra dejada por el dictador Tiburcio Carias Andino quede para los clásicos, encuentros internacionales de clubes y de las selecciones nacionales y hasta para la Liga Nacional de Ascenso.
En Guatemala y Costa Rica por temas de seguridad los clásicos se juegan en sus instalaciones más grandes, más en Guatemala, eso debido a que los equipos tienen estadios con capacidad de más de 15 mil aficionados, lo que pueden hacer los dos gigantes de la capital, hasta con socios financieros que ellos tienen.
