El Vida fue mencionado en ese tuit y el cuadro cocotero no ha perdido momento para recordarle al directivo catedrático que en el fútbol no hay nada escrito en piedra.
Estoy seguro que Elías no tuvo ninguna intención de ofender con su publicación. A veces queremos decir algo y elegimos las palabras incorrectas puestas en el orden incorrecto. Pero ese tuit refleja un poco lo que le viene sucediendo al equipo catedrático.
Nadie puede poner en duda el esfuerzo, la buena intención y el aporte de los directivos aurinegros. Pero todos estos elementos no encuentran el orden ni la estructura adecuada para que los triunfos vuelvan a la institución.
El Real España se convirtió, desde hace varios años, en un club cuyos directivos actúan por impulso. Están convencidos que saben más de fútbol que el mismo entrenador al que contratan y al que le dicen que confían en su capacidad para luego confrontarlo en los camerinos al final de un partido cuando las cosas no salen bien.

Y aclaro que no estoy en contra de las alianzas. Por supuesto que son importantes. Siempre y cuando todos estén en el mismo nivel y no uno por encima del otro.
Para los jóvenes aficionados del equipo catedrático les quiero contar que hubo épocas en las que el club mandaba. Imponía respeto y miedo tanto en el campo como en la mesa dirigencial. Incluso, hicieron jugar al Olimpia una final un 24 de diciembre y se la ganaron a los albos.
Estoy seguro que Elías y Fuad recuerdan muy bien esos días. Y no estoy diciendo que el problema es firmar derechos de transmisión con este o el otro. Pueden firmar con quien les pague lo que pidan pero que eso no implique otros compromisos como el de votar por todo lo que les digan que deben votar.
Anoche Real España se quedó fuera de una liguilla por segundo torneo consecutivo a pesar de su alta inversión y de ser un equipo al que no le faltan los recursos. Deberán suceder muchas cosas para que esta institución recupere el protagonismo de otras épocas. Pero no ese protagonismo de ganar un título cada cuatro años.
Me refiero al protagonismo de estar siempre en la pelea por los primeros lugares. Tal y como lo está logrando su vecino el Marathón. Con mucho menos dinero y menos recurso, pero con una idea más clara de cómo se debe trabajar y de cómo se debe dar la confianza y el espacio a su cuerpo técnico.
Real España debe de manera urgente modificar su estructura interna. Existe un evidente problema de gestión, no de ahora, sino de muchos años atrás. Sin cambios en su estructura de nada servirá traer al mejor entrenador porque ningún entrenador puede triunfar en medio del desorden interno en el que actualmente vive el equipo catedrático.