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[Análisis] Omen of Sorrow: un juego de lucha que se aleja de las mecánicas básicas y trata de sorprender

El estudio chileno AOne Games ha lanzado ya la versión next-gen de su juego de luchas Omen of Sorrow, estrenado originalmente en 2018.

2023-03-27

Plataforma reseñada: PlayStation 5

En 2018, el mundo recibió el título de luchas independiente Omen of Sorrow, desarrollado por el estudio chileno AOne Games. El juego fue creado con un presupuesto decente, en un género que se encuentra gobernado por grandes franquicias pertenecientes a estudios millonarios, que prácticamente manejan el monopolio de los juegos de lucha.

Lo que intento decir, es que Omen of Sorrow no viene, ni intenta revolucionar el género, sino que más bien se esfuerza por experimentar y entregar una experiencia distinta a lo que hemos podido ver en otros juegos. Pero pronto hablaremos más del sistema de lucha único de este juego, primero, hay que ponernos un poco más en contexto.

El salto gráfico entre la versión de PlayStation 4 y PlayStation 5 se nota bastante.

Omen of Sorrow presente un pequeño plantel de apenas 12 personajes, cada uno de ellos se inspira en monstruos de la literatura y el cine clásico de horror, como el vampiro, el hombre lobo, la momia, pasando por personajes inspirados en ángeles y demonios, y así. La historia que presenta el juego hace lo posible por relacionar estos personajes tan diversos entre sí, pero fracasa en el intento.

Es algo que se podía esperar, pues de una mezcolanza como esta, muy difícilmente podríamos obtener algo con sentido, sin embargo, individualmente, cada uno de estos personajes presenta un contexto único e interesante. Si bien podemos decir que los movimientos y combos de estos luchadores son bastante básicos en un principio, es su estilo de lucha lo que los vuelve bastante interesantes, en la mayoría de los casos.

Omen of Sorrow cuenta con 12 personajes seleccionables. Una cantidad que, aunque parecen pocos, resulta más bien adecuada.

Por ejemplo, tenemos al personaje de Thalessa, la reina invisible, un enigmático personaje con los ojos vendados, que flota y realiza sus ataques no con sus propias manos, sino enviando unas criaturas sombra que atacan por ella. Pero al mismo tiempo, tenemos a personajes como Zafkiel, que es una Sonya Blade en toda regla.

Gráficamente, Omen of Sorrow, en su versión para consolas de novena generación, alcanza un buen nivel de alisado en sus renderizados, lo cual lo hace ver muchísimo mejor en comparación a sus versiones originales de octava generación. Realmente se nota el pulido visual que el juego recibió en esta nueva versión, que sí, es verdad que llega un poco tarde, pero considerando que realmente nadie lo esperaba, no es mayor problema.

Thalessa, la reina invisible, fue un personaje añadido al juego gratuitamente unos meses después de su lanzamiento.

El diseño de los personajes es, a veces bastante básico, como tomando los aspectos más característicos de los monstruos en los que se inspiran, y otras veces, como en los casos de Thalessa o Erzsébet resultan bastante interesantes. Lo mismo ocurre con los escenarios, en los que algunos reflejan mucho la oscuridad del contexto en el que ocurren estas batallas, pero otros son más bien estándar.

Ahora bien, es momento de hablar de lo más importante, su jugabilidad. Omen of Sorrow es un juego de lucha, sí, pero exige más uso de estrategia, en lugar de solamente pulsar botones aleatoriamente y aún así, conseguir una victoria fácil, como puede ocurrir en juegos de Bandai Namco. Esto es lo que eleva a este título a un escalón más arriba dentro del género.

El manejo de los personajes puede, en un principio, sentirse tosco, pero finalmente uno se acostumbra.

En Omen of Sorrow, contamos con dos medidores, uno de Fortuna y otro de Destino. Estos medidores se irán llenando o vaciando dependiendo de nuestro propio estilo de juego. Si nuestro juego es muy ofensivo, nuestra barra de Fortuna aumentará, lo que nos otorgará el estado de Bendecido, y podremos encadenar combos con mayor facilidad, lo que nos dará una ventaja en combate.

Pero, si por otro lado nos enfocamos a defender demasiado, será nuestra barra de Destino la que aumente, y recibiremos el estado de Condenado, que nos deshabilitará temporalmente algunos movimientos potentes, lo cual claramente nos dejará en desventaja ante nuestro rival. Este sistema de bonificaciones y penalizaciones hace que los jugadores tomen la iniciativa en la lucha y no se dediquen solo a esperar el momento adecuado para atacar y defender mientras lo esperan.

Los combates pueden llegar a ser tan intensos como en cualquier juego de lucha AAA.

Todos los demás apartados del juego, como la música, los diálogos y la interfaz de usuario cumplen con su deber al pie de la letra, sin ser destacados, pero tampoco sin ser deficientes en ningún sentido. La palabra para definirlos de mejor manera, en este caso, es “adecuado”, no destaca, pero tampoco decepciona.

En conclusión, Omen of Sorrow es un juego que está aquí para formar parte de la biblioteca de los fans de los juegos de lucha. No supone una revolución del género, pero al menos intenta ofrecer algo distinto a lo que estamos acostumbrados, lo cual se agradece. Puede que no sea el juego de luchas más interesante, pero al menos es un cambio fresco y diferente de los “Fight!” y los “Finish Him!”.

[Análisis] Omen of Sorrow: un juego de lucha que se aleja de las mecánicas básicas y trata de sorprender