Desde el anuncio sobre la adquisición de Bethesda por parte de Microsoft, la desarrolladora de videojuegos se ha mantenido fiel a su regla de no mostrar más de sus juegos en desarrollo de lo que es debido, aunque sigue fallando en prometer fechas de lanzamiento que son imposibles si es que se quiere entregar un producto de calidad digna.
Ese ha sido el caso del temprano anuncio de The Elder Scrolls VI, del que se sabe que no tienen nada todavía formado y que fue anunciado hace un par de años. Aunque más recientemente, nos concentraremos a hablar del caso que nos reúne hoy, y es el retraso de dos de sus proyectos más publicitados y que esperaban su estreno para este año, Redfall y el intrigante Starfield.
Así pues, la empresa emitió un comunicado de prensa de confirmaba que ambos títulos no verían la luz hasta 2023, esto, para asegurar que el desarrollo se tome con más calma, evitar cargar demasiado a sus empleados y entregar los juegos completos, aunque esto signifique tardar un poco más de tiempo. Por supuesto que son razones válidas, pero viendo el panorama, Bethesda debería, desde un inicio, no dar fechas de estreno.
Starfield se anunció en 2018, hace ya cuatro años, y esperaba su estreno para noviembre de 2022. El juego está siendo desarrollado por Bethesda Games Softworks, el mismo estudio que nos entregó The Elder Scrolls V: Skyrim y Fallout 4, por lo que las expectativas sobre este juego están absolutamente por las nubes. Hasta el momento, se sabe que el juego será exclusivo de Xbox Series X|S y PC.
Mientras tanto, otro afectado por los retrasos es Redfall que, aunque no se trata de un juego tan esperado como Starfield, sí que había estado llamando la atención de los jugadores. Este juego de disparos está siendo desarrollado por Arkane Studios, y también esperaba ser lanzado este año, aunque ahora será hasta el siguiente. En este título, jugaremos de manera cooperativa con otros jugadores para eliminar vampiros y liberar a la pequeña isla de Redfall, en Massachussets.
Esta noticia significa mucho más para Xbox que un simple retraso de sus juegos, significa que, en lo que va de año, su cartera de exclusivos se queda muy reducida, principalmente con la pérdida del estreno de Starfield, que supondría uno de los lanzamientos más esperados desde 2018 y que finalmente no podrá producirse este año. Solo nos queda esperar y tener confianza en los equipos desarrolladores de Bethesda.
