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Caso Hellena Taylor y Bayonetta 3: cómo arruinar tu carrera de actriz para siempre

Después de todo el drama, ya todos podemos ver el panorama y sacar conclusiones con mayor claridad.

2022-10-27

Todo empezó el 15 de octubre, con un inesperado video de tres partes publicado en la cuenta personal de Hellena Taylor en Twitter, reconocido lugar para quejarse de cualquier cosa. La actriz Hellena Taylor, conocida por ser la voz del personaje Bayonetta, protagonista de la franquicia homónima, denunciaba el trato que había recibido por parte de PlatinumGames, desarrolladores de la saga.

Y es que Taylor había sido reemplazada en su papel de Bayonetta para esta tercera entrega de la saga. Tiempo atrás, PlatinumGames había declarado que la actriz no participaría en el juego ya que no tenía disponibilidad en su agenda. En estos videos, Taylor contaba “la verdad” de por qué no sería más la voz de la protagonista del juego, entre otros temas.

Taylor afirmó que la oferta realizada por PlatinumGames había sido insultante y ofensiva, pues por grabar el juego completo se le había ofrecido solamente $4,000 dólares. Sus palabras exactas fueron: “la oferta final, para el juego completo fueron $4,000 dólares estadounidenses. Esto es un insulto para mí y para mi talento”.

En el mismo video, pidió a los fans directamente boicotear al juego, no comprándolo y en su lugar, donando ese dinero a la caridad. Cientos de fans corrieron a defender a la actriz, e incluso varios periodistas, desarrolladores de juegos, actores de voz y otras personalidades de la industria salieron en su defensa. Algunos jugadores cancelaron sus preórdenes, a pesar de que llevaban ocho años esperando el juego.

Asimismo, Taylor atacó gratuitamente a Jennifer Hale, la actriz que la reemplazó en Bayonetta 3 como la voz de Bayonetta, diciendo que solo ella (Taylor) era prácticamente la creadora de Bayonetta, y que Hale no tenía ningún derecho a decir que era Bayonetta, ni a dar autógrafos como Bayonetta ni autografiar nada de mercadería del personaje, porque según Taylor, no le pertenecía.

El director de PlatinumGames, Hideki Kamiya, quien es conocido por ser una persona bastante arrogante que insulta a sus propios fans, tweeteó diciendo que Taylor mentía, y luego la puso muy fácil para todos los defensores de Taylor, insultando de regreso a quienes lo insultaban y bloqueando masivamente a todo el que comentaba en un idioma que no fuera japonés (que es una de las “reglas” de su cuenta, bloquear a todo el que no le escriba en japonés; como dijimos, es una persona horrible). Kamiya bloqueó tantísimas cuentas ese día, que Twitter lo detectó como “comportamiento inusual”, limitando su cuenta.

Al cabo de un rato, la cuenta de Kamiya ya había desaparecido, no se sabe si Twitter la suspendió y si él mismo lo hizo. Hasta este punto, todo apuntaba a que Taylor estaba diciendo la verdad, el silencio por parte de PlatinumGames como empresa y la pésima actitud de Kamiya ante la situación le dieron una gigantesca ventaja a Taylor.

Jennifer Hale se pronunció ante todo esto, pidiendo paz y respeto para todas las partes, a la vez que decía que no podía comentar nada, pues no podía romper el acuerdo de confidencialidad, a diferencia de Taylor, que en su video había dicho que estos acuerdos no le importaban. Cabe mencionar que Hale es una actriz con una trayectoria actoral con la que Taylor solo podría soñar, y que siempre ha sido alzado la voz en beneficio de los derechos de sus colegas actores de voz.

Pasaron unos días, y nueva información fue saliendo a la luz, el reconocido periodista de videojuegos Jason Schreier y el sitio web Bloomberg, publicaron el verdadero acuerdo que se le había propuesto a Taylor. ¿La fuente? La propia PlatinumGames. Resulta que, efectivamente, se le habían ofrecido $4,000 dólares a Taylor, pero no por todo el juego, como ella decía, sino que ese era un pago por cada sesión.

Considerando el tamaño del juego, se calcula que se habría terminado de grabar en cuatro y cinco sesiones, lo que da un total de $15,000 a $20,000 dólares para Taylor como pago final, y no solo eso, sino que, al ella no estar de acuerdo, Kamiya le ofreció un bono de $5,000 dólares más. Todas estas propuestas fueron rechazadas por la propia Taylor, la cual, según dicen, aunque ella lo niega, pedía un pago de seis cifras.

Con esta nueva información, Taylor fue cuestionada por los mismos fans que la habían defendido tras sus videos, a lo que ella reconoció a regañadientes que realmente esa había sido la propuesta real, pero que ella estaba en su derecho de pedir un mayor pago, considerando que la franquicia Bayonetta tenía un valor de $450 millones de dólares.

¿$450 millones de dólares? ¿Bayonetta? ¡Pero si ninguna editora quería siquiera publicar el juego! Por eso tenemos Bayonetta exclusivamente en Nintendo Switch. Bayonetta siempre había sido una franquicia de nicho, y ni Jason Schreier, ni los propios fans de la saga, ni nadie en absoluto tenía idea de dónde Taylor había sacado esa valoración, que es completamente absurda.

Mientras Taylor más publicaba en Twitter, más se hundía ella misma. Con múltiples contradicciones, era su palabra, ¡contra la suya misma! Sus mentiras se empezaron a acumular y cruzarse unas con otras, al punto que su versión era insostenible. Taylor ahora quedará marcada como una actriz a la que ningún estudio querrá contratar nuevamente, debido a su personalidad conflictiva.

Bayonetta 3 estrena el 28 de octubre, exclusivamente en Nintendo Switch, y aunque el boicot organizado por Taylor surtió efecto al inicio, los jugadores recapacitaron, y volvieron a preordenar el juego. El título se encuentra actualmente en el lugar #4 de los más vendidos (precompra) de Amazon, demostrando que el efecto del boicot fue eliminado por completo.