El remake de Alone in the Dark no logra estar a la altura del nombre y recibe críticas negativas en su estreno
El tortuoso desarrollo del título le pasa factura en el día de su lanzamiento, y sus múltiples problemas salen a relucir ahora que se puede jugar.
Es muy difícil hablar de survival-horror clásicos sin mencionar a Alone in the Dark, un juego lanzado en 1992 para las computadoras de la época. El juego estaba fuertemente inspirado por los mitos de Lovecraft y el arte de horror de visionarios de la época, como Dario Argento y George A. Romero, y envolvía a los jugadores en un intenso halo de misterio.
Esta nueva reimaginación del juego llega finalmente tras sobrevivir a una cancelación y cambiar de propietario un par de veces. El juego, al igual que el original, sigue a Emily Hartwood, interpretada por Jodie Comer (My Mad Fat Diary, Doctor Foster), y al investigador privado Edward Carnby, interpretado por David Harbour (Stranger Things, Black Widow).
Ambos personajes viajan a la Mansión Derceto, en los años 20, un hogar para personas con trastornos psicológicos, a investigar la desaparición del tío de Emily. Pero el lugar oculta secretos oscuros y sombríos, y los protagonistas pronto se verán atrapados en una espiral de locura y maldad.
A diferencia de la cámara tanque del juego original, este título opta por una cámara al hombro, y diversas mecánicas jugables adaptadas a estos tiempos. Y, aunque muchos críticos lo han calificado como una recreación fiel a la historia presentada hace 30 años, como juego de horror, ha dejado mucho qué desear.
Según el agregador de reseñas Metacritic, Alone in the Dark cuenta con una calificación promediada de 64 en su versión para PlayStation 5, 65 en su versión para Xbox Series X|S y 67 en su versión de PC, siendo la más alta, pero no distando mucho de las demás notas. La crítica ha sido dura con este remake, desarrollado por Pieces Interactive y distribuido por THQ Nordic.
