Los superhéroes y los videojuegos tienden ―la mayoría de las veces― a llevarse bien, después de todo, el público objetivo de ambos productos suele ser el mismo, por lo que no es alocado pensar que, en la industria de los videojuegos, es frecuente encontrar varios títulos que encuentran en estos personajes de cómics a sus protagonistas, transportando la magia del papel y la tinta a las consolas.
Sin embargo, no siempre el resultado es bueno, sino que, por el contrario, podría ser bastante defectuoso, al confiar en que simplemente la popularidad de los personajes hará que el juego se venda, descuidando la calidad del mismo. No es este el caso de Marvel’s Guardians of the Galaxy, desarrollado por Eidos-Montréal y distribuido por Square Enix, que sorprende por su enorme calidad en todos los aspectos.
No es ninguna sorpresa que el juego haya ganado el premio a Mejor Narrativa en la ceremonia de The Game Awards de 2021, pues este es uno de los componentes mejor logrados del juego. Algunos estudios se complican demasiado cuando tienen que hacer una historia en la que deben desarrollar a más de un personaje, por lo que solo uno es desarrollado mientras los demás son dejados atrás.
En una historia sobre un grupo como tal, se deben desarrollar a todos y cada uno de sus miembros. Y esto es algo que Marvel’s Guardians of the Galaxy logra maravillosamente, al entregar un arco para cada uno de los Guardianes, haciendo que auténticamente el jugador pueda sentir la unidad que existe entre estos personajes y cómo crecen en sus respectivos arcos de personaje. Marvel’s Guardians of the Galaxy da una cátedra magistral de cómo hacer compañeros IA.
Los Guardianes no solamente acompañan al personaje controlado por el jugador (Star-Lord), sino que interactúan con él, con los demás NPC y con el entorno. Hacen que el juego se sienta vivo, y su historia todavía más. En un mundo donde los videojuegos nos tienen acostumbrados a que los compañeros controlados por la IA no hagan nada, o en el peor de los casos, estorben, Eidos-Montréal demuestra que sí se puede hacer bien un trabajo semejante.
La narrativa y la jugabilidad encuentran un balance perfecto, incluyendo un sistema de progresión individual para cada Guardián. Muchos estudios pueden aprender de lo que se logró con este juego, pues se ha demostrado que los videojuegos pueden tener corazón, si enfocan todos sus esfuerzos en presentar un producto que realmente le hable al jugador a través de sus entrañables diálogos, una historia bien desarrollada y personajes sumamente carismáticos.
