OFICIAL: Activision-Blizzard y King ya son propiedad de Microsoft, y se unen a la familia Xbox

Después de meses de intensas negociaciones con las entidades reguladoras y antimonopolios de todo el mundo, Microsoft ha cerrado oficialmente la adquisición de Activision-Blizzard King, marcando un hito histórico en la industria del videojuego. Esta transacción monumental, valuada en asombrosos $69 mil millones de dólares, es un claro indicativo del compromiso de Microsoft con la expansión y la diversificación de su presencia en el mundo del entretenimiento digital.

La noticia ha sido recibida con entusiasmo tanto por los fanáticos de Xbox como por los seguidores de las icónicas franquicias de Activision y Blizzard. La compañía ya ha comenzado a celebrar esta unión en las redes sociales, compartiendo el emocionante futuro que se avecina. Con esta adquisición, títulos legendarios como Call of Duty, Crash Bandicoot, World of Warcraft, Diablo, Starcraft y Overwatch se han convertido oficialmente en propiedad de Xbox. Además, las populares franquicias de King, incluyendo el adictivo Candy Crush, también se han sumado al portafolio de Microsoft.

Uno de los aspectos más intrigantes de esta adquisición ha sido el destino de las queridas franquicias en otras plataformas. A mediados de julio de este año, Phil Spencer, el visionario jefe de Xbox, anunció un acuerdo para mantener la serie Call of Duty en PlayStation, aunque los detalles precisos de este pacto aún se mantienen en secreto. Además, Microsoft sorprendió a la comunidad gamer al colaborar con Nintendo para llevar los juegos de Call of Duty a sus consolas, marcando un regreso a la plataforma después de varios años de ausencia.

Sin embargo, la incertidumbre persiste sobre la permanencia de otras franquicias de Activision-Blizzard en plataformas competidoras. Si consideramos la exclusividad para Xbox de los títulos nuevos de Bethesda desde su adquisición por Microsoft, parece que el futuro de estas series en otras plataformas no es del todo alentador. Esto plantea preguntas fascinantes sobre cómo evolucionarán estas propiedades y cómo los jugadores podrán acceder a ellas en el futuro.

Una figura central en esta transacción es Bobby Kotick, el actual CEO de Activision-Blizzard, quien ha acordado trabajar en colaboración con Phil Spencer hasta inicios de 2024 para facilitar una transición suave.

A medida que esta nueva era en la industria del videojuego comienza a tomar forma, los aficionados esperan con anticipación ver cómo Microsoft aprovechará estas adquisiciones para ofrecer experiencias de juego innovadoras y emocionantes. Con una cartera de franquicias que abarca desde los juegos más competitivos hasta las experiencias móviles más adictivas, Microsoft se encuentra en una posición única para moldear el futuro del entretenimiento digital.