[Reseña] The Serpent Rogue, un colorido título que ofrece una experiencia interesante pero exasperante

Plataforma reseñada: PlayStation 5

Cuando estalló el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, lógicamente todas las empresas de este último país detuvieron su producción, incluyendo, claro, aquellas dedicadas al desarrollo de videojuegos. Sin embargo, Sengi Games se mantuvo firme con el lanzamiento de The Serpent Rogue, el cual ya habían establecido para el 26 de abril antes de que comenzara la crisis, y se pronunciaron después del estallido, confirmando que la fecha se mantenía.

The Serpent Rogue estrenó en la fecha planeada y todos quienes estaban esperando el título pudieron probarlo en las distintas plataformas en las que está disponible. Pero, dejando de lado todo el contexto de su lanzamiento, ¿cómo ha sido el rendimiento del juego? Bueno, en DIEZ ya lo probamos y resulta ser una combinación de buenas ideas envueltas en un empaque doloroso, ahora comentamos por qué.

Aunque, antes que nada, hay que decir que estamos ante un título que visualmente se merece todos los aplausos, aunque los escenarios que plantea no tienen mucho detalle, ni mucho menos NPCs, sí que tienen un estilo visual atractivo, colorido ―aún en las oscuras circunstancias de su historia principal― y que invita a la exploración en todo momento.

Nos encontramos, entonces, ante un RPG de exploración y creación de pociones, que será el eje principal del juego, en un mundo donde la oscuridad amenaza con consumirlo todo. Jugaremos como El Guarda, un misterioso personaje del que descubriremos algunos datos a medida que avancemos en la historia. El juego no cuenta con voces, por lo que todo lo que averigüemos será a través de texto.

En The Serpent Rogue, debemos combatir un mal, denominado Morbus, que amenaza con consumir el mundo y todo en él, y para ello, deberemos hacer uso de nuestros vastos conocimientos en alquimia, la fabricación de pociones con todo tipo de ingredientes que iremos recogiendo e investigando a lo largo de nuestra aventura. Y es este su factor más interesante de todos.

En nuestro viaje, podremos recolectar centenares de ingredientes diferentes, los cuales deberemos estudiar en nuestra mesa de investigación, para posteriormente utilizarlos para fabricar pociones una vez que ya sepamos cuáles son sus efectos. Estas pociones tienen diversas funciones, algunas nos harán recuperar salud, otras dañan la salud, por lo que debemos arrojarlas a los enemigos, y otras nos convierten en animales.

Podremos también domesticar animales dándoles alimento y también reclutar aliados humanos, así como sanar a seres vivos corruptos por la maldad de Morbus, en lugar de tener que matarlos. En conclusión, The Serpent Rogue ofrece un puñado de posibilidades interesantes, con una fórmula atractiva y un estilo de juego fuera de lo común, en el que, aunque podemos empuñar armas, nuestras mejores herramientas en el combate serán las pociones que fabriquemos.

La exploración da sus frutos, y aunque los mapas que podremos visitar son pequeños, se prestan para guardar una cantidad considerable de ingredientes y otros secretos, eso sí, hay que tener paciencia para ir de un lado a otro recolectando y explorando, lo que puede causar cierta frustración después de un tiempo dándole al juego.

El título falla en explicar de mejor manera sus múltiples mecánicas. Da instrucciones al jugador, sí, pero estas no están claras, son ambiguas y al final somos nosotros los que debemos descubrir el funcionamiento de este mundo y todo lo que ofrece, por lo que, al inicio, esta puede ser una enorme piedra que nos encontremos en nuestro camino, y aunque eventualmente descubrimos cómo jugar por nuestra cuenta, no será con el mismo entusiasmo.

Otro gran fallo que podemos encontrar al jugar The Serpent Rogue es la tremenda frustración y exasperación de la muerte. Morir en este título es el fin de todo lo que hemos estado haciendo y nuestro progreso. Similar a Minecraft, al morir dejaremos nuestro inventario donde morimos, y podemos ir a recogerlo, pues reviviremos sin nada, pero si morimos nuevamente antes de recogerlo, lo perderemos para siempre.

Esto tiene una solución, y es guardar nuestras cosas en uno de los cofres repartidos por el mundo, los cuales comparten el interior, pero de camino al cofre, la muerte nos acechará, y es muy fácil morir nuevamente, pues revivimos con el estómago vacío y sin comida, lo que implica que no podamos correr, y por ende, ser presas fáciles para las criaturas malignas, las cuales abundan.

El Guarda camina tranquilamente por la tierra, pero que no se encuentre con un borde, pues empezara a saltar en bucle, quedándose trabado durante unos segundos hasta que podamos movernos nuevamente. Y ojo con arrojar pociones de daño a los enemigos, pues por algún error, de vez en cuando estas no causarán ningún efecto, por lo que solo estarás desperdiciándolas.

Las cosas positivas de The Serpent Rogue son muchas, pero se ven manchadas por estos factores negativos que el juego no trata de ocultar. Este es un título que merece una oportunidad, no solamente por la situación en la que fue desarrollado, sino porque ofrece varias cosas novedosas que llaman la atención. Si eres un jugador paciente, quizás te animes a probar el título, mientras no estés muriendo constantemente, el título es realmente entretenido.

Sengi Games es un estudio valiente, que entregó un juego muy bueno, hecho con cariño, y por ello, se merece nuestros aplausos.