Todo ha sido polémica alrededor de Suicide Squad: Kill the Justice League, desde que se anunció como juego como servicio, hasta el terrible recibimiento de su historia. Parece que Rocksteady no la ha tenido nada fácil con el lanzamiento de este juego, que pretendía seguir el legado de la saga Batman: Arkham.
El juego nos llevará a controlar a la Fuerza Especial X, conocida vulgarmente como Escuadrón Suicida, un equipo formado por supervillanos que son obligados a realizar misiones para Estados Unidos. En este caso, los personajes jugables —de salida— son Harley Quinn, Deadshot, Capitán Boomerang y King Shark.
La premisa es sencilla, Braniac ha tomado control de Metrópolis con su ejército de conquista, y la Liga de la Justicia ha caído bajo su control, con la excepción de Wonder Woman. El Escuadrón Suicida deberá entonces matar a los demás miembros de la Liga de la Justicia y destruir la nave de Brainiac, para asegurar la supervivencia de la Tierra.
Cada personaje cuenta con sus propias habilidades especiales, por lo que la jugabilidad varía según el personaje que ae esté utilizando. Sin embargo, el gameplay no ha resulta tan atractivo como cabría esperar, según se puede recoger de distintas reseñas alrededor de la web.
Warner Bros. no envío códigos del juego para reseñas a los medios especializados, cosa que indicaría que la empresa anticipada un fracaso crítico. Debido a esto, las reseñas han comenzado a salir hoy, hasta el día de su estreno, pero de nada ha servido, pues el recibimiento negativo del juego no se puede ocultar.
Según el sitio web agregador de reseñas Metacritic, el título cuenta con una valoración promediada de 63, siendo incluso más bajo que la nota de Gotham Knights, el último fracaso de Warner Bros. Games. Hará falta ver si Suicide Squad: Kill the Justice League logra recuperarse a lo largo de sus temporadas, si es que no son canceladas antes de tiempo.