Unity desata el caos anunciando que cobrará a desarrolladores por cada descarga de su juego

Unity, el motor gráfico líder en la industria del desarrollo de videojuegos, ha desatado una ola de controversia al anunciar su intención de cobrar una tarifa adicional basada en el número de descargas que tenga un juego desarrollado con su plataforma. Esta decisión, que entrará en vigor el 1 de enero de 2024, ha generado una fuerte reacción tanto entre desarrolladores independientes como en el público en general.

Unity es conocido por ser el motor más utilizado en la creación de videojuegos, especialmente entre desarrolladores independientes. Su accesibilidad, versatilidad y capacidad para producir juegos multiplataforma lo han convertido en la elección preferida de muchos. Sin embargo, el anuncio reciente de tarifas adicionales ha sembrado preocupación en la comunidad de desarrollo.

Según el anuncio de Unity, los juegos que hayan generado ingresos por un mínimo de $200,000 en los últimos 12 meses o que cuenten con más de 200,000 descargas estarán sujetos a un cargo adicional de $0.20 por instalación. Aunque Unity ha afirmado que ofrecerá precios más “accesibles” para aquellos que posean licencias de Unity Pro o Unity para Empresas, la noticia ha sido recibida con escepticismo.

La controversia se intensifica debido al historial de John Riccitiello, CEO de Unity, quien previamente fue CEO de Electronic Arts, una empresa que ha sido criticada en el pasado por decisiones comerciales que algunos consideran avariciosas. Esto ha llevado a preguntas sobre las motivaciones detrás de la implementación de esta tarifa por descarga, y más con los rumores de que los altos ejecutivos de Unity vendieron parte de sus acciones antes dar esta noticia, lo cual podría constituir algo mucho más turbio.

Una de las principales preocupaciones que han surgido es cómo afectará esta tarifa a los juegos free-to-play que superen las 200,000 descargas, pero no generen ingresos suficientes para cubrir la tarifa impuesta por Unity. Esto podría poner en riesgo la viabilidad de muchos juegos y estudios independientes que dependen de modelos de negocio basados en microtransacciones o publicidad.

Algunos desarrolladores, como Massive Monster, los creadores de Cult of the Lamb, han anunciado su oposición a esta decisión y han prometido directamente borrar su juego a partir del 1 de enero de 2024. Este tipo de acciones podría tener un impacto significativo en la comunidad de desarrollo de Unity.

Unity ha tratado de mitigar la controversia al aclarar que no cobrarán por reinstalaciones y que el 90% de sus clientes no se verán afectados por esta tarifa, ya que no alcanzan los números establecidos de descargas o ingresos. Sin embargo, esta afirmación ha sido recibida con escepticismo por parte de la comunidad, que teme que esta medida afecte negativamente a proyectos en crecimiento.

La decisión de Unity de cobrar tarifas adicionales por descargas de juegos ha generado una gran incertidumbre en la industria del desarrollo de videojuegos. La comunidad está esperando ver si Unity reconsidera esta medida o realiza ajustes significativos. Mientras tanto, algunas empresas desarrolladoras están considerando seriamente la posibilidad de cambiar de motor gráfico para futuros proyectos en busca de alternativas más económicas y flexibles. La evolución de esta situación será seguida de cerca por todos los involucrados en la industria del videojuego.