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Tanto Carolina como Angie Lizeth Cano son las dos voces valientes que se han alzado para denunciar las dramáticas situaciones que les ha tocado vivir a más de una joven en la selección.
'Mi historia comienza en el año 2017 en diciembre cuando soy convocada a la Selección Femenina sub-17 a hacer parte del cuerpo médico como fisioterapeuta', manifestó Rozo.
Carolina se cansó de vivir en la angustia y decidió salir a hablar cuando vio las denuncias de Isabella Echeverry y Melisa Ortiz, sintió que ya no era el momento para callar, sino de unir voces y manifestar una justicia que lleva silenciada mucho tiempo. 'Decido salir a hablar, ya que tuve un inconveniente con el señor Didier Luna por acoso sexual y laboral. Hoy decido salir a la luz pública a contar mi historia', argumentó.
Los hechos ocurrieron en un microciclo de la Selección sub-17 femenina que tenía como objetivo la clasificación de la categoría que se llevó a cabo en Uruguay en noviembre de 2018. “Para mí era un logro poder colaborar con eso. No nos pagaban, trabajamos gratis, nos dan viáticos, pero lo hacemos en colaboración a ellos y a las niñas y como algo mio personal y laboral. Inició la concentración en diciembre de 2017, pero de un momento a otro empiezo a notar cierta cercanía del señor y comentarios como 'estás muy linda', 'preciosa'”, explicó la fisioterapeuta.
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'El señor me aborda y me dice, quiero tener algo contigo y quiero que seas mi amiga especial y yo le dije que yo no estaba buscando pareja. Luego me toca el escudo y me dice que solo quiere un pedazo de mi corazón y yo le dije que no. Él se molesta y se va y no me vuelve a dirigir la palabra, comienza a sabotear mi trabajo, comienza a sobrecargarme de trabajo. Yo me acerqué a hablarle si él tenía algún problema con mi trabajo y él me dice, usted sabe que esto es personal así que asuma las consecuencias y me dice 'trabaje maestra'”, agregó.
Carolina lo notificó a sus jefes inmediatos en la Selección, pero nunca tuvo respuesta: 'Hago la denuncia en la segunda concentración en enero de 2018 antes del viaje a mi jefe, Carlos Ulloa. Salgo de esa concentración que fue cuando me pidió el beso y lo denuncio ante mi jefe. Él me dice que no está de acuerdo que no es posible que pasen estas cosas dentro de la Selección', señaló.
'Recibí una llamada amenazante de alguien de la Federación que no se identificó. Yo recaigo en un tema de depresión de salud porque recibo una llamada al siguiente mes en la que me dicen que si yo fui la que puso las denuncias ante el señor Didier Luna y Sigifredo Alonso'. Explicó.
Ahora Carolina sigue con depresión diagnosticada, un año después de sufrir todas estas pesadillas. Tiene claro que la única forma de hacer justicia es unir voces y alzarlas en contra de la persecución machista que viven muchas. Seguirá su lucha en la Fiscalía, y admite que tiene pruebas suficientes con varias grabaciones que detallan todos estos casos de acoso en la sub-17.
