2015-06-20
El coordinador de la escuela de Newell´s cuando Messi era un niño compartió una anécdota sobre cómo motivaba a Lio.
Carlos Marconi contó que con alfajores, un dulce típico argentino, lo llevaba a dar el máximo. Le prometía uno por cada gol y dos por cada tanto anotado con la cabeza.
En una entrevista con Mundo Deportivo, contó que: 'No era de comer mucho, más bien le costaba. Eso sí, los alfajores le volvían loco. Así que para motivarlo le decía que si marcaba un gol, le daba un alfajor, y si lo hacía con la cabeza, le daba dos'.
Pero tras su cara de tímido, Messi siempre le llevaba la delantera y gracias su talento natural 'se los regateaba a todos y cuando llegaba a la portería levantaba el balón y marcaba con la cabeza para que así le diera dos', afirmó con una sonrusa Marconi.