Internacionales
2013-06-20
La mayoría de afición que asistió al estadio Maracaná para ver el juego entre la selección de España y Tahití apoyó al modesto combinado de Oceanía pese a la goleada recibida.
Y es que el equipo de Tahití se ganó la admiración de todos al mostrar su humildad y respeto ante los campeones del mundo, a tal grado que en el saludo inicial estrecharon la mano de los 11 titulares de la Roja y al banquillo además de obsequiarles un collar típico más un pequeño banderín con su escudo.
El público hizo lo que pudo para opacar la goleada histórica. Coreaba 'olé, olé' cuando los tahitianos combinaban, se emocionaban cuando cruzaban el medio campo, reclamaba faltas y penales y abucheaba a España.
El arquero de Tahití, Mikael Roche, fue el jugador más destacado del partido que acabó perdiendo 10-0.
Roche no pudo hacer mucho en la gran mayoría de los goles, pero se ganó a la gradería, que se compadeció de sus errores y lo alentó sin parar.
Al finalizar el encuentro todo el Maracaná ovacionó a Tahití y ellos les correspondieron. Gran experiencia para estos futbolistas que ya se ganaron el respeto del mundo del fútbol por su nobleza.