La masa salarial sigue siendo un dolor de cabeza para el Barcelona. Según la prensa catalana, el equipo tenía previsto rebajar hasta los 470 millones de euros la tempora pasada, pero se quedó en los 518 millones tras una reducción de 150.
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Esta campaña, con los fichajes realizados en verano y las salidas que no lograron concretar, la suma asciende a los 656 millones de euros.
Este domingo se llevó a cabo una asamblea en la que Joan Laporta fue consultado sobre la rebaja salarial y el presidente lanzó un dardo a sus capitanes.
“Lo hemos intentado con varios jugadores, pero no pudo ser y los directivos hemos avalado 10 millones con nuestro patrimonio personal. Lo aceptamos con deportividad”, dijo Laporta en referencia al aval que tuvieron que poner algunos dirigentes en LaLiga para poder inscribir a Jules Koundé.
Este hecho ocurrió después de fracasar en las negociaciones para que Piqué y Busquets se bajaran o adecuaran el sueldo.
Por su parte, Mateu Alemany, Director de Fútbol, también dejó caer una pulla contra los futbolistas con contratos más altos que aún quedan en el club (los mencionados Piqué y Busquets, así como Jordi Alba).
“Cuando llegamos, había contratos fuera de mercado que nos bloqueaban la inscripción en LaLiga con la regla del 1-4 y que hacía difícil la venta de jugadores. Tenemos algunos salarios fuera de mercado, los jugadores con esa ficha son imposibles de transferir a otros clubes. El gran objetivo es que desaparezcan estos salarios’’, explicó.
Esa garantía se presentó luego de haber activado todas las palancas “porque LaLiga decía que no bastaba para poder inscribir a Koundé”. Al no haber rebaja salarial de esos jugadores, hubo que avalar ese tramo final. Laporta dijo que Alemany también participó de ese aval para poder inscribir al central francés.
El Barça cuenta con el fin de contrato de Busquets el próximo 30 de junio y de Piqué y Jordi Alba en el 2024. Además, pretende renegociar algunos contratos como los de Ter Stegen y Frenkie de Jong.