Portero sufre el mayor 'robo de cartera' en la historia del fútbol
Lo ocurrido en Paraguay casi recibe el rótulo de histórico: el guardameta de Pilcomayo, Miguel Urquiza, marcó de volea y estuvo a punto de anotar un segundo, lo que le hubiera valido el triunfo sobre 3 de Noviembre y la permanencia en la Segunda División del fútbol guaraní.
Después del 0-0 de la etapa inicial, los goles llegaron en la complementaria y ya sobre el cierre del encuentro, específicamente en tiempo adicional. Transcurrían 46 minutos, cuando Ángel Alonso marcó el 1-0 de 3 de Noviembre, que le aseguraba su estadía en la Primera B.
Pero había tiempo y el suspenso se apoderó del partido. El juez otorgó 5 minutos de tiempo adicional y el arquero, al ver que no quedaron alternativas, se la jugó y se fue al área contraria.
Restando un minuto y medio para el cierre, el Pilcomayo tuvo un saque de manos cerca del área rival y, luego de una serie de rebotes, la pelota le quedó limpia a Urquiza, quien metió una volea desde afuera del área con la zurda, puso el empate y causó la euforia de todos sus compañeros y aficionados.
El guardameta, motivado por lo conseguido, a segundos de que finalizara el juego, dispuso de otra posibilidad de agrandar su figura. Ya se había convertido en héroe, pero fue por más y tuvo un remate que fue bloqueado por un defensor.
El golazo de Urquiza sólo dio ilusión, aunque el portero seguramente jamás lo olvidará. Pilcomayo demostró un espíritu de lucha único en una final que costó la permanencia. Será un proceso largo y duro para regresar a a la Primera B.